El consejero de Obras Públicas ha visitado los desperfectos y los trabajos que han permitido asegurar con incas uno de los carriles de la calzada para no cortar la circulación.
El Gobierno de Cantabria, por medio de la Consejería de Obras Públicas, tramitará por el procedimiento de emergencia la reparación de la CA-150, en Gibaja (Ramales de la Victoria) tras el desprendiendo que el pasado fin de semana sufrieran unos cincuenta metros de la calzada, cerca del cruce con la N-629, en un terraplén sobre el río Carranza. Así lo ha manifestado el consejero de Obras Públicas, Francisco Rodríguez, que ha visitado esta mañana los desperfectos ocasionados por las intensas lluvias caídas en los últimos días.
Tras detectarse el desprendimiento, ocurrido en la noche del pasado viernes y madrugada sábado, los servicios municipales y los de la Consejería de Obras Públicas decidieron cortar el tráfico como medida preventiva. Tras analizar la situación, los técnicos del servicio de Vías y Obras han realizado una serie de incas en el tramo afectado para garantizar la solidez del otro carril de la calzada, y así procurar reestablecer el tráfico que se ha abierto hoy gracias a la instalación de un sistema semafórico.
El consejero de Obras Públicas, que ha visitado los desperfectos acompañado del alcalde de Ramales de la Victoria, José Domingo San Emeterio y del director general de Obras Públicas, José Francisco Sánchez Cimiano, ha señalado que este argayo es uno de los más complicados que han sufrido las carreteras autonómicas como consecuencia de las intensas lluvias de los últimos días, aunque ha confirmado su confianza en los ingenieros de su Consejería para encontrar la solución técnica más adecuada y así reparar la calzada y reestablecer el tráfico totalmente.
Por su parte, el alcalde de Ramales ha destacado la «reacción rápida y eficaz» de los servicios de la Consejería de Obras Públicas para llevar a cabo las incas, garantizar la seguridad del carril más alejado al desprendimiento y evitar el corte de tráfico en una carretera que comunica al municipio con Carranza (Vizcaya). San Emeterio ha recordado que se ha logrado dar paso a los vehículos ligeros, mientras que los semipesados hasta 10 toneladas podrán circular por el barrio de Gibaja y Pondra. El alcalde ha reconocido que en los últimos días ha sido mucha el agua y la nieve que ha caído en la zona y que gracias a las incas sólo se ha cortado el tráfico cuatro días escasos, incluyendo los del fin de semana.