El Dr. Escobar del Centro Médico Sendagrup de San Sebastián, nos comenta los aspectos principales de esta fractura.
La fractura del Quinto Metatarsiano se produce con relativa frecuencia en el ámbito deportivo, la mayor parte de las veces por traumatismo indirecto derivado de un mal aterrizaje tras salto; de ahí que sea frecuente en jugadores de fútbol, de rugby, de basket, en ballet y danza.
El Dr. Eduardo Escobar del Centro Médico Sendagrup de San Sebastián, tiene amplia experiencia en el tratamiento de la fractura de la base del quinto metatarsiano, tanto en su vertiente conservadora como en la quirúrgica.
La fractura del quinto metatarsiano puede producirse en cualquier punto de su estructura: por detrás de la cabeza o fractura subcapital, en el trayecto largo o fractura diafisaria y en su base.
Aquí, en la base, se producen dos tipos de fractura. La que nos interesa en este momento, por frecuente, es la llamada fractura de Jones que afecta a la zona metafisaria, donde acaba el recorrido tubular del hueso, antes de llegar a la base propiamente dicha. También puede producirse un arrancamiento o avulsión en la extremidad de esa base o cola del metatarsiano pero nos centraremos por sus peculiaridades en la llamada Fractura de JONES.
El mecanismo de producción de esta fractura es un movimiento de rotación del pie con giro sobre la punta del zapato o de la bota fija en el suelo. Se ve favorecido por algunos tipos de calzado deportivo como las botas de fútbol, que disponen de tacos de apoyo, delanteros y traseros, pero que dejan una zona central libre de apoyo y por tanto desprotegida.
El paciente nota un dolor inmediato, intenso, acompañado generalmente de un chasquido. Por la proximidad al tobillo es confundido en muchas ocasiones con un esguince lateral del mismo, pero una exploración muy sencilla que despierta dolor al palpar la base del hueso y la confirmación radiográfica, establecen el diagnóstico.
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