Habían sido expropiados tras un largo litigio con sus propietarios, entre ellos la propia hermandad.
El consejo de administración del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) tiene previsto aprobar esta semana un convenio de colaboración por el cual el Ayuntamiento de Sevilla cede los Baños de la Reina Mora a la Hermandad de la Vera Cruz, en un régimen de concesión que permite un uso privativo durante 25 años.
Estos restos almohades, que fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) en 1996 y restaurados en varias fases en la última década, son de propiedad municipal desde junio de 2014, fecha en la que culminó un largo litigio para expropiar este inmueble a los entonces propietarios, una comunidad de vecinos anexa y la propia hermandad. Nueve meses después lo expropiado vuelve a cederse a uno de los antiguos propietarios, sin canon anual y bajo el compromiso de que se encargará de mantener las instalaciones y abrirlas al público determinados días.
El acuerdo supone la renuncia del ICAS a gestionar directamente este espacio, uno de los once que se incluían en el proyecto municipal de Museo de la Ciudad, disperso por diferentes sedes.
Según el convenio, la concesión de este bien de dominio público se hace de forma directa, porque se trata de una hermandad que se incluiría en el apartado de entidad sin ánimo de lucro, vinculada a una comunidad religiosa legalmente reconocida.
Además, el convenio establece unas condiciones de uso, obligaciones que contrae la hermandad a cambio de un uso por el que no deberá pagar ningún canon anual, sí los impuestos o tasas correspondientes. El Ayuntamiento tendrá derecho a organizar actividades en los baños árabes, excepto durante los meses de enero a mayo y diciembre, que se reserva la cofradía. La conservación, vigilancia y mantenimiento de la finca, así como los gastos de limpieza y suministros que se deriven, correrán a cargo del beneficiario. No obstante, la hermandad podrá programar eventos y actividades culturales y cofrades de pago en el inmueble para recaudar fondos que ayuden a su mantenimiento. Pues, además, deberá abrir estos restos al público al menos dos días en semana.
La hermandad deberá suscribir una póliza de seguro al asumir las responsabilidades derivadas del uso del inmueble y el Ayuntamiento sólo será responsable por los actos que allí se desarrollen y los daños que puedan causar en este patrimonio. Asimismo, la Vera Cruz deberá recuperar una puerta histórica, del siglo XVII, que hay en la capilla del Dulce Nombre de Jesús para facilitar la evacuación del inmueble.
La concesión se pacta por un plazo de 25 años, pero se prevén dos prórrogas consecutivas de otros 25 años, por lo que la hermandad podría tener el uso privativo de este bien patrimonial durante 75 años.