Por primera vez, el Hospital de Melilla ha atendido más partos de mujeres extranjeras que de nacionales.
En concreto, un 53 por ciento de mujeres de otras nacionalidades por un 47 por ciento de españolas, según ha desvelado máximo responsable de Salud en la Ciudad Autónoma, Francisco Robles Ferrón.
El pasado ejercicio se contabilizaron un total de 2.757 mujeres que dieron a luz en el hospital de melillense, de las cuales 1.741 son extranjeras, la práctica totalidad de Marruecos. El director territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), dependiente del Ministerio de Sanidad, también ha subrayado que se ha registrado un aumento de 314 partos frente a 2013, donde se atendieron 2.443, frente a los 2.371de 2012, 2.422 de 2011 y 2.250 de 2010, según el balance realizado por Robles.
Las parturientas extranjeras son en su inmensa mayoría mujeres que residen en las localidades limítrofes marroquíes que acuden a la ciudad española del Norte de África a dar a luz en su hospital público, donde están obligadas a atenderlas según la legislación vigente en España, y después regresan a su país de origen tras ser dadas de alta.
Se trata en unos casos de futuras madres que no tienen medios para abonar el alumbramiento en su país, donde hay que abonar la medicación si es un parto natural y una media de mil euros si es con cesárea en clínicas privadas –que son la mayoría de los casos porque se trata de partos sin ningún tipo de control durante el embarazo–. Pero también son mujeres con medios económicos que prefieren parir en Melilla, al sentirse más seguras con el sistema sanitario español.
A todas estas mujeres, el Hospital Comarcal les expide una factura con los servicios prestados, de 2.122 euros si es un parto vaginal y de 3.946 si es con cesárea normal. Sin embargo, casi ninguna de estas facturas es finalmente cobrada porque las mujeres están domiciliadas en Marruecos y se hace imposible exigir su cobro.