El próximo 20 de marzo, Europa experimentará un eclipse solar visible en todo el continente, pero más perceptible cuánto más al norte.
El próximo viernes, un eclipse solar apagará Europa prácticamente por completo. En España no se experimentaba un fenómeno así desde hace diez años y, en esta ocasión, el 65% del Sol se oscurecerá en Madrid.
En un centro de observación de Países Bajos, el eclipse del 20 de marzo comenzará a las 8.30 GMT (una hora más en Madrid), cuando el borde de la Luna comenzará a adentrarse en el disco solar. El máximo se producirá a las 09.37 GMT (10:37 en la Península) y el evento terminará a las 10.48.
El eclipse será total en las islas Feroe (Atlántico norte) y en las Svalbard (Océano glacial ártico).
Será visible parcialmente en Europa, el norte de África y norte de Asia. El fenómeno comenzará en el Atlántico, frente a la costa africana, a una latitud de 20º, y terminará al este de la ciudad rusa de Krasnoyarsk, en la meseta central siberiana, un eclipse que, en total, durará 249 minutos (algo más de cuatro horas).
En España empezará por las Islas Canarias, aproximadamente a las 7.44 de la mañana en el Hierro.
En la península, el comienzo se producirá entre las 8.58 en la provincia de Cádiz y las 9.13 en la de Girona. El fenómeno finalizará entre las 11.06 y las 11.31 de la mañana.
Tendrá una magnitud de 0,8 en la costa noroeste, es decir, que desde A Coruña, los observadores que miren al cielo verán desaparecer el 80 % del diámetro solar tras la sombra de la Luna.
La magnitud del fenómeno en el interior y el noreste peninsular de España estará en torno a 0,72, en el sureste y Baleares a 0,65, mientras que en el archipiélago canario será sólo de 0,55, es decir, que sólo desaparecerá aproximadamente la mitad de la superficie solar.
En Madrid, se iniciará a las 9.05 de la mañana y el máximo se producirá a las 10.09 horas, con una magnitud de 0,72 (lo que supone que se habrán cubierto dos tercios de la superficie del disco solar), y acabará a las 11.18 horas (133 minutos en total).
El riesgo de observar al Sol directamente, a simple vista o con gafas de sol normales durante un fenómeno de estas condiciones es muy alto, y puede causar lesiones graves e incluso provocar ceguera. Los eclipses sólo deben observarse directamente con gafas especiales, que estén homologadas por la Comunidad Europea.
