La Confederación Hidrográfica del Ebro acomete ya un paquete de medidas para reparar los daños causados por las últimas crecidas del Ebro, que se desarrollará en dos fases con un coste total estimado de 25 millones de euros.
Xavier de Pedro, presidente de la CHE, ha anunciado que el organismo ultima un plan de gestión de inundaciones que se va a remitir al Ministerio de Medio Ambiente para su aprobación y que incluye medidas para disminuir los daños que generan las riadas. «No se evitarán los daños, pero sí estaremos mejor preparados».
También se ha referido a las obras de emergencia, algunas de las cuales se pusieron en marcha «de forma inminente», pero también se van a iniciar esta misma semana otras 200 en Aragón, 60 en Navarra, 40 en La Rioja, 20 en Castilla y León y 2 en Álava. Estas obras no se han podido realizar antes por los altos caudales con los que aún bajaba el río.
Estas actuaciones son una primera fase con el objetivo de «reponer las defensas deterioradas» porque una nueva avenida «podría generar más inundaciones». La segunda fase incluirá obras para los pueblos afectados con el fin de mejorar sus sistemas de defensa y limpiar los cauces de alivio, pero ya se tendrá que hacer en verano.
De momento, la primera fase tiene un presupuesto de cinco millones de euros, pero las actuaciones completas podrían llegar a 25 millones.
