Completamente restaurada y en uso. Así puede contemplarse ya la “Fuente de Sevilla”, más conocida como la “Fuente de la Puerta de Jerez”, por su ubicación en este enclave estratégico de la ciudad. La Gerencia de Urbanismo ha concluido tanto las obras de restauración del monumento como los realizados en el circuito hidráulico, donde se han introducido significativas mejoras, de manera que todo el conjunto ha experimentado una sensible recuperación.22
Desde el punto de vista de los trabajos de restauración llevados a cabo, la Gerencia de Urbanismo, a través de la empresa restauradora “Dédalo, Bienes Culturales” ha realizado una minuciosa rehabilitación integral de toda la fuente, -incluida la taza- motivada, sobre todo, por la necesidad urgente de frenar los procesos de arenización, disgregación y fragmentación del material constituyente (piedra arenisca), para asegurar la perdurabilidad y seguridad de este Bien.
La evidencia del mal estado de esta emblemática obra, que realizara Manuel Delgado Brackembury para la exposición de 1929, se produjo tras el desprendimiento de la cabeza de la alegoría de Híspais, en julio de 2012, con motivo de una celebración deportiva. En ese momento se reveló la enorme descohesión interna, pérdida de volúmenes y arenización que estaba sufriendo.
En consecuencia, se ha realizado una ardua labor de cohesión y consolidación de piezas y volúmenes, que ha incluido también la aplicación de tratamientos biocidas y la eliminación de depósitos y microflora. Gracias a la restauración realizada se ha logrado frenar las principales patologías que evidenciaba esta obras y garantizar su permanencia en el tiempo.
La Gerencia de Urbanismo ha ido, incluso, más allá de la rehabilitación de la Fuente, recuperando las esculturas de los conocidos como “niños meones” que originariamente figuraban en el conjunto y que fueron retirados en julio de 1939, por mandato del Alcalde de Sevilla, Eduardo Luca de Tena. Las nuevas figuras incorporadas, guardan completa analogía con las primitivas, gracias a una intensa labor de documentación historiográfica, realizada en colaboración del Archivo Municipal de Sevilla.
Esta meticulosa y completa actuación de restauración ha tenido un coste inferior a 60.000 €, concretamente ha costado 59.180 €.
Al margen de la pormenorizada rehabilitación llevada a cabo, Urbanismo también ha introducido significativas mejoras en el circuito hidráulico. En este capítulo, además de haberse dado servicio a las nuevas esculturas de los “niños meones”, se ha instalado un sistema de cloración del agua, del que antes carecía, para que las condiciones higiénico sanitarias sean óptimas, con el consiguiente beneficio que ello representa para las esculturas. Asimismo, se ha aplicado pintura antioxidante a la totalidad del circuito de agua y, se ha recuperado el surtidor por el que debía de manar agua de la boca de uno de los peces que figuran en el monumento, inoperativo desde hace décadas.
Todos estos trabajos han sido realizados con cargo al contrato anual de conservación de fuentes ornamentales con que cuenta la Gerencia de Urbanismo.
La ejecución de estos trabajos ha permitido devolver al monumento la imagen más fidedigna del mismo, tal y como fue concebido por su autor, el escultor Manuel Delgado Brackembury, con motivo de la celebración en Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929.