La fachada y el interior presenta un estado de conservación lamentable. Solo la torre está en buen estado.
La iglesia de San Luis, situada en el barrio granadino del Albaicín declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, acaba de ser incorporada a la lista roja de patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra.
La relación de inmuebles históricos en grave deterioro recoge aquellos elementos del patrimonio histórico español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, y actualmente está compuesta por cerca de 700 monumentos diseminados por toda España.
Finalizada su construcción en el año 1526 sobre la base de la mezquita de la Pureza, fue ampliada en el siglo XVIII incluyendo algunas capillas laterales y la actual torre. Fue uno de los templos que sufrió los desórdenes anticlericales acaecidos en Granada durante la II República, acabando incendiada en diciembre de 1933.
El edificio quedó reducido a los muros perimetrales, arcos diafragma y sacristía. De los tesoros artísticos, retablos y muebles litúrgicos que poseyó el templo, en gran medida, como el propio retablo mayor, realizados en las primeras décadas del siglo XVIII, no ha quedado nada, destruidos la mayor parte durante los sucesos de 1933. La portada de la iglesia aún se conserva, aunque tapiada. Se trata de un sencillo vano de arco apuntado, con hornacina superior, donde estuvo la estatua en piedra del titular del templo, trasladada en 1937 al Museo Catedralicio.
Este inmueble fue propuesto por el actual alcalde de Granada, José Torres Hurtado, como sede del museo de la Semana Santa de la capital en la campaña electoral de las municipales en 2011. Desde entonces, no se ha hecho ninguna actuación sobre él y el estado de deterioro es total.
La iglesia, en estado ruinoso, tan sólo conserva hoy día los muros perimetrales y algunos arcos que fueron reconstruidos en 1937, por Prieto Moreno, Wilhemi y Fígares y Casas. Sólo la torre presenta buen estado.