La situación de violencia por los disturbios raciales estallaró este lunes en Baltimore (Maryland), una ciudad donde más del 60% de la población es afroamericana.
Siete policías resultaron heridos durante un choque entre cientos de jóvenes y las fuerzas del orden. La pelea se inició tras el funeral del afroamericano Freddie Grey, muerto el pasado 19 de abril después de sufrir una grave contusión en la espalda mientras era detenido por unos agentes de policía.
Una señora a la que parte de la sociedad americana ha bautizado como «madre del año», reconoció a su hijo por televisión entre los manifestantes y no le gustó nada. Así que salió a la calle en su busca y y entre gritos, bofetones y tremenda regañina, se lo llevo para casa.
La muerte del joven, de 25 años, ha desencadenado una serie de disturbios en la ciudad más poblada del estado de Maryland, que continuaron tras su funeral, dejando al menos a 15 miembros de las fuerzas de seguridad «seriamente heridos», así como varios vehículos dañados por los manifestantes.
