Pema Lama quedó atrapado durante el terremoto del pasado sábado bajo los escombros de una casa de huéspedes en Gongabu, en el distrito de Katmandú. Los equipos de rescate nepalíes lo localizaron el l miércoles por la noche, 132 horas después del seísmo. Al fin esta mañana han logrado rescatarlo.
En los últimos días se ha encontrado con vida a varias personas de entre las ruinas del seísmo. Un joven de 28 años fue rescatado el martes tras permanecer 82 horas atrapado bajo los escombros de un edificio en la capital nepalí. El lunes, una mujer parapléjica de 32 años pudo ser sacada con vida y en situación estable tras permanecer unas 50 horas atrapada entre los escombros de su vivienda. Y una niña de cuatro meses fue encontrada con vida en las ruinas de un edificio 22 horas después de que el terremoto sacudiese el país.
El número de muertos por el seísmo alcanzó casi los 5.500, además de 11.000 heridos, según el último recuento ofrecido esta mañana por el Ministerio del Interior.
Las labores de rescate continúan dificultadas por el mal tiempo y por las carencias del país asiático para responder a un desastre de tal magnitud, mientras se agota el tiempo para encontrar supervivientes entre los escombros.
UNICEF y Save the Children han alertado de que reconstruir las más de 5.000 escuelas derruidas por el terremoto es una prioridad para restaurar la rutina de los pequeños y evitar la pérdida de una generación.
Según UNICEF, más de 2,8 millones de niños necesitan ayuda, de los cuales los 1,7 millones atrapados en los 21 distritos más devastados, requieren una asistencia urgente. «Las vidas de muchos niños han sido destrozadas y necesitan desesperadamente ayuda vital, como agua potable, refugio y saneamiento».
La agencia de la ONU estima en 50,35 millones de dólares la cantidad de dinero necesaria para frenar el creciente riesgo de enfermedades que están surgiendo a raíz de la falta de agua y los cadáveres acumulados. En Bhaktapur, solo una de cada cinco personas tiene acceso a agua potable. «Sin agua potable, las enfermedades que se transmiten a través de este medio continúan suponiendo un gran riesgo para los niños. Muchas familias están luchando simplemente para protegerse del sol y de la lluvia».
Solo en el distrito de Gorkha, el personal de Save the Children ha documentado que el 90 por ciento de las 500 escuelas han resultado destruidas o gravemente dañadas, lo que afecta a 75.000 escolares, y el lugar de viviendas destrozadas asciende hasta el 80 por ciento, lo que ha dejado a miles de personas en la calle, sin nada de refugio bajo las lluvias torrenciales.