Miles de inmigrantes extracomunitarios siguen llegando a las costas que Sicilia, mientras otros mueren en el mediterráneo en un ése ímprobo e infructuoso intento de encontrar en Europa una vida mejor.
Según el Ministerio del Interior, este año llegaron a Italia 33.000 inmigrantes, un 15% más con respecto al mismo período de 2014. Y las proyecciones indican que se superará la cifra récord de 2014 (170.000), para llegar a 200.000.
Ante estas alarmantes cifras, el ministro del Interior del país, Angelino Alfano, propuso ayer que los inmigrantes trabajen «gratis» en vez de que estén «sin hacer nada» mientras esperan la respuesta de las autoridades a las solicitudes de asilo, que pueden retrasarse hasta dos años. Alfano, antiguo hombre de confianza de Silvio Berlusconi y actual líder del Nuevo Centro Derecha, instó a las autoridades locales a aplicar una circular del Gobierno «que permite que los inmigrantes trabajen gratis» en labores de interés público.
«Debemos pedirles a las comunas que apliquen nuestra circular que permite hacer trabajar gratis a los inmigrantes que allí son residentes. En lugar de tenerlos ahí sin hacer nada, que al menos los hagan trabajar», dijo Alfano, tras una reunión en la que se debatió la necesidad de que haya una ecuánime distribución de inmigrantes tanto en Europa como en las regiones de Italia.