Los dos delegados de Cruz Roja Navarra se encuentran bien tras el nuevo seísmo en Nepal

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PRUEBA

Los navarros Pablo San Julián y Raúl Ecay continúan en el operativo de emergencia y han sido testigos de un nuevo seísmo de 7,3º de magnitud.

El segundo envío de Cruz Roja Española, la Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU) de Saneamiento Masivo, se encuentra ya destinada en el distrito montañoso de Rasuwa.

Formando parte de este equipo se encuentra Pablo San Julián con el fin de evitar que se desarrollen y propaguen enfermedades.

Por su parte, Raúl Ecay continúa mapeaando y analizando las necesidades para que la ayuda se distribuya lo antes posible a quién más lo necesite y realizar seguimiento de las distribuciones.

La solidaridad navarra, una vez más, está respondiendo a través de contribuciones particulares, iniciativas sociales y contribuciones de administraciones públicas.

Un nuevo seísmo de 7,3º de magnitud ha vuelto a alarmar a la población nepalí que, quince días después del primer seísmo, ha vuelto a sentir “temblar la tierra bajo sus pies, creando el pánico, muchos nervios…, pero que se encontraba mejor preparada”, como asegura Pablo San Julián desde Kalikasthan, al norte de Katmandú. Ello ha supuesto un alto en el desarrollo del operativo para poder atender a las víctimas.

Superado este episodio, la emergencia del Terremoto de Nepal, la labor de Cruz Roja no sólo continúa, sino que se va incrementando, según afirman desde el país devastado los dos delegados navarros desplazados al Operativo Internacional de la Cruz Roja.

“Desde el primer momento los equipos de evaluación de daños y análisis de necesidades de la Cruz Roja Nepalí se encuentran trabajando sobre el terreno. A ellos nos hemos sumado la misión internacional. Pero las malas condiciones de las vías de comunicación y la situación de aislamiento de muchas comunidades, están haciendo difícil una valoración total de las consecuencias y necesidades de la población damnificada”, según señala Raúl Ecay, gestor de información del Grupo de coordinación de albergue y artículos no alimentarios de la Federación Internacional de la Cruz Roja. Su función consiste en mapear y analizar las necesidades para que la ayuda se distribuya lo antes posible a quién más lo necesite y realizar seguimiento de las distribuciones.

De acuerdo a Naciones Unidas, en torno a 70.000 casas habrían sido destruidas y otras 530.000 habrían resultado dañadas como consecuencia del terremoto. Ello ha provocado miedo en la población, como señala Ecay,”las personas cuyos hogares se han mantenido en pie teman volver a los mismos, por lo que gran parte de la población permanece alojada bajo los recursos que se les ha ido proporcionando la ayuda humanitaria como la enviada por Cruz Roja Española en su primer envío: mantas, toldos plásticos, bidones flexibles para el agua, sets
de cocina familiares…”

El acceso al agua potable, facilitar servicios básicos como letrinas y formar en conductas higiénicas son pilares necesarios en esta fase de la emergencia. Para ello Cruz Roja Española (CRE) ha enviado una Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU por sus siglas en inglés) de Saneamiento Masivo a Nepal. Esta ERU cuenta con una dotación de personal técnicos en emergencias de distintos perfiles como construcción, promoción de higiene, gestión de residuos, administración y reportes. Entre ellos se encuentra otro delegado navarro, Pablo San Julián.

“El objeto de nuestro trabajo es evitar que se desarrollen y propaguen enfermedades. Esto se consigue a través de la formación para que la población afectada aprenda a adecuar sus hábitos de higiene a la situación de emergencia, e instalando los medios sanitarios necesarios”, afirma Pablo San Julián, quien sitúa la ERU el distrito montañoso de Rasuwa, “una zona montañosa de difícil acceso de las más afectadas por el terremoto”.

ERU de saneamiento masivo

El material enviado de la ERU de Saneamiento Masivo consta de maquinaria para la realización de zanjas, picos, palas, bases para letrinas de construcción rápida, equipamiento para realizar canalizaciones y tuberías, así como diverso material de sensibilización y promoción de higiene. Las ERU de Saneamiento Masivo están diseñadas para atender hasta 20.000 personas.

Ello es posible al equipo técnico desplazado desde España, especializados en emergencias con distintos perfiles como construcción, ayuda humanitaria, comunicación, promoción de higiene, gestión de residuos, administración y reportes.

Se suman a los más de 5.500 voluntarios y personal de la Cruz Roja Nepalí que participan en tareas de búsqueda y rescate, evaluación de daños y distribución de ayuda, así como al resto del operativo de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja que aporta otras Unidades de Respuesta en Emergencia precisas de diferentes países.

Solidaridad navarra

A la participación de dos delegados navarros de Cruz Roja en la emergencia de Nepal hay que añadir, una vez más, la solidaridad social que está respondiendo a través de contribuciones particulares, iniciativas privadas y aportaciones de administraciones públicas. Existen compromisos económicos como el del Ayuntamiento de Estella o la propuesta de la Federación de Municipios y Concejos de Navarra.

Todas ellas dan respuesta al llamamiento Cruz Roja ha puesto en marcha de ayuda a las víctimas del terremoto para las que existen varios canales de aportaciones económicas, teniendo en cuenta que este operativo se va a prolongar durante los próximos años: