Desde el puerto de la ciudad, el Allure of the Seas realizará 23 cruceros y moverá a 125.000 pasajeros en esta nueva temporada.
El barco más grande del mundo, el Allure of the Seas está amarrado en el puerto de Barcelona, desde donde este martes por la tarde comenzará el primero de los 23 cruceros que tiene previstos para esta temporada. La empresa Royal Caribbean ha elegido Barcelona como puerto base para este barco que, además, realizará dos cruceros transoceánicos. El año que viene, la compañía tendrá listo el nuevo Harmony of the Seas, un barco de las mismas características que también operará desde Barcelona y, de esta manera, la capital catalana será la primera ciudad por la que habrán pasado los tres cruceros más grandes del mundo.
La embarcación tiene 362 metros de eslora, unas dimensiones comparables a 4 campos de fútbol y 66 metros de manga, lo que permite que hasta 6.318 cruceristas puedan ocuparlo, además de los 2.384 miembros de la tripulación, alojados en 2.706 cabinas y también en suites de lujo, repartidas en 16 cubiertas.
Un Central Park en un barco
Entre las instalaciones del Allure of the Seas destaca una zona deportiva con piscina de saltos acrobáticos, un minigolf, una tirolina, y una pista de hielo. También hay una gran oferta de locales de ocio y restauración y un parque central, llamado Central Park, con 12.000 plantas naturales. Un teatro, zonas infantiles y, por supuesto, piscinas y bañeras de hidromasaje suspendidas a 41 metros por encima del agua, completan la oferta de entretenimiento de este gran barco.
Superar los 2,5 millones de cruceristas este 2015
El presidente del puerto de Barcelona, Sixte Cambra, se ha mostrado satisfecho por el hecho de que Royal Caribbean apueste por Barcelona, y lo ha justificado diciendo que hay instalaciones eficientes para poder dar servicio a la compañía, y también porque la ciudad resulte atractiva para las compañías que operan cruceros. Para Cambra, este barco es la confirmación de que el Mediterráneo es un destino mundial importante de cruceros y considera que el hecho de que Barcelona sea puerto base es un éxito que se debe compartir entre los diferentes sectores implicados de la ciudad.