Se trata de un proyecto común desarrollado entre las áreas de Juventud y de Prevención de Drogodependencias, subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El diseño, acondicionamiento y posibilidades de uso de los locales se ha llevado a cabo a través de un proceso participativo entre los responsables municipales y los y las jóvenes de Barakaldo.
El Ayuntamiento de Barakaldo ha puesto en marcha, a través de las áreas de Juventud y Prevención de Drogodependencias, un proyecto de carácter transversal donde jóvenes del municipio, de entre 12 y 18 años, están tomando parte en un proceso de participación comunitaria denominado `Espacios Comunes’, que inició su andadura a finales del pasado año.
El programa, dinamizado por educadores de los programas municipales Aizu! y Giltzarri y subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, pretende ofrecer a los y las jóvenes del municipio una alternativa de ocio saludable en la que ellos y ellas sean los protagonistas.
Dos son los espacios diferenciados que dan servicio al proyecto en Rontegi: el ubicado en la calle Etxatxu, que alberga los servicios municipales de Aizu! y Giltzarri, y el local ubicado en la calle Lurkizaga, donde se desarrollarán las acciones diseñadas por los jóvenes. El método de trabajo es enteramente participativo y, en una primera fase, los y las jóvenes de Barakaldo han co-diseñado la adecuación del local de Lurkizaga, mediante la distribución de espacios y usos. Así, el nuevo local contará con una mediateca, una zona de ocio, una sala de ensayo, así como una zona para la realización de talleres, además de aseos y un almacén.
PRÓXIMAS FASES
El programa busca que el espacio creado por los y las jóvenes sirva de punto de encuentro entre estos, la institución municipal, asociaciones vecinales y personas del barrio, abriendo los locales a toda la comunidad a fin de convertirse en un espacio de intercambio y convivencia vecinal.
La fase que acaba de concluir dará paso a nuevos procesos de gestión compartida entre las áreas municipales, jóvenes y vecindario en los que se diseñarán las actividades y talleres que se desarrollarán en el nuevo local. El objetivo último del proyecto es reforzar espacios protegidos, seguros y libres de drogas entre los y las adolescentes, ofreciéndoles un punto de encuentro y acompañamiento.
El éxito de participación de esta primera fase, en la que han tomado parte más de 500 jóvenes del municipio, permite asegurar el desarrollo futuro del proyecto, así como su implantación en otros barrios de la ciudad.