La situación caótica en Libia empuja a cientos de miles de inmigrantes a esperar en la costa del país para embarcar en lanchas que, lo más probable, es que acaben naufragando en el Mediterráneo en vez de llegar a Europa.
Hasta medio millón de libios se congregan en la costa del país esperando emigrar a Europa, atravesando el Mediterráneo en barcos no aptos para el mar, que se cobran miles de vidas cada año. La estimación es del capitán Nick Cooke-Priest, que lidera la operación británica de rescate de los inmigrantes náufragos. El otro país que más participa en esta misión es Italia, a donde se dirige la mayoría de los inmigrantes.
Los inmigrantes atestan barcos no aptos para atravesar el mar, muchos de los cuales acaban naufragando, lo que obliga a establecer una presencia casi permanente de rescatistas en la zona. Es probable, además, que los propietarios de dicho barcos ordenen a los pasajeros que los hundan cuando vean a los rescatistas para que estos los salven, cree el comodoro Martin Connell, otro alto cargo de la marina británica citado por el diario. Y ello es así pese a que muchos de los inmigrantes no saben nadar.
Desde principios de año 76.000 inmigrantes de Libia han llegado a Europa atravesando el mar. Hay veces que el número de náufragos que se rescatan gracias a los esfuerzos otros países superan los 4.000 al día. El comodoro culpa de esta situación precaria a los propietarios de los barcos, que hacen negocio cobrando dinero a los inmigrantes, haciendo caso omiso al riesgo que corren sus vidas. A su vez, el secretario de Defensa de Reino Unido responsabiliza «a la pobreza y el conflicto en Oeste de África y en Este de África».
Desde febrero de 2011, Libia es pasto de un conflicto armado, que, tras la intervención de EE.UU. y sus aliados de la OTAN, derivó en la destitución y muerte de Muamar el Gadafi, que encabezaba el país desde 1969. En los últimos cuatro años la situación el país empeoró aún más, debido sobre todo a la llegada de los terroristas del Estado Islámico que sigue aumentando su influencia y sembrando el caos, como hacen otros milicianos libios.