Esta imagen que se ha viralizado y está conmoviendo al mundo, muestra a una pequeña niña siria con su padre, tratando de cruzar la frontera con Turquía, en un intento desesperado de huir del terror impuesto por el Estado Islámico en algunas zonas del país.
La imagen, captada por el fotógrafo de Reuters Umit Bektas, muestra a un padre desesperado con su hija detrás de la alambrada que separa Siria de Turquía rogando a los soldados turcos que les permitan cruzar la frontera. Junto con otros centenares de personas, la familia huyó de la ciudad siria de Tel Abyad, donde las fuerzas kurdas están combatiendo con los yihadistas del Estado Islámico.
«La niña en sus brazos parecía aterrorizada. Era tan pequeña, pero había algo en sus ojos… Parecía como si supiera lo que estaba pasando», recuerda Bektas. «Ella no lloraba a pesar de agarrar el alambre de espino, a pesar de calor, los gritos y el caos a su alrededor. Allí estaba con sus grandes ojos. Me pareció que estaba en estado de ‘shock'», añade.
«Todos llegaron deshidratados, desesperados por beber agua y refrescarse. Organizaciones no gubernamentales y soldados turcos empezaron a lanzar botellas de agua al otro lado de la frontera pero no hubo suficiente para todos».
LA LUCHA POR HUIR
Más de 23.000 refugiados que huyen de los combates en el norte de Siria han cruzado hacia Turquía en los últimos días, según ha informado este martes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Las milicias kurdas sirias y los rebeldes anunciaron el lunes la toma de la ciudad de Tel Abyad, en la frontera de Turquía, de manos del grupo terrorista Estado Islámico, alejándoles de la frontera con el respaldo de los bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos.
«La mayoría de estas nuevas llegadas son sirios que huyen de los combates entre las fuerzas rivales en y en torno a la localidad fronteriza clave de Tel Abyad, que estaba controlada por los milicianos y se encuentra frente a Akcakale al otro lado de la frontera», ha indicado el portavoz de ACNUR.
esta cifra incluye a más de 2.183 iraquíes de las ciudades de Mosul, Ramadi y Faluya. Alrededor del 70 por ciento de los recién llegados son mujeres y niños.