Sale a concurso la rehabilitación de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo

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PRUEBA

Construido en el siglo XVIII para ampliar el convento de San Vicente, la Facultad de Psicología pasó a manos de la Universidad de Oviedo en 1965 fruto de una permuta con el Ministerio de Economía y Hacienda a cambio del convento de Santa Clara. De la mano del arquitecto Ignacio Álvarez Castelao se adaptó para Facultad de Ciencias y Letras. Coincidiendo con el medio siglo de su cambio de propiedad, la institución acometerá este año una importante obra en este edificio y en la Imprenta de la Cruz -también de la Universidad desde los años ochenta del siglo pasado- que afectará a la cubierta, los balcones y la limpieza de las fachadas.

Supondrá una inversión de unos 492.000 euros, que se suman a otros casi 600.000 de gasto para la reforma del Palacio Quirós en Porlier, cuya obra ya ha arrancado, y en la Facultad de Geológicas, valorada en otros 425.000 euros.

En el caso del conjunto arquitectónico de la plaza Feijoo, de «alto interés urbanístico», según recuerda el proyecto, los operarios de la empresa adjudicataria -tienen hasta el 21 de agosto para presentar sus ofertas- actuarán en la reparación de la cubierta de la Facultad de Psicología «mediante la sustitución de la cubierta actual por una nueva de tejas fijadas mecánicamente y retenidas con ganchos». Una actuación similar a la que se acometerá sobre la biblioteca.

El proyecto recuerda que la institución realizó algunas reformas de importancia, en especial una de refuerzo de la estructura en 1995, pero no se había trabajado en la cubierta «por lo que presenta deficiencias y filtraciones».

A partir del otoño se repararán y consolidarán los balcones de rejería de la planta segunda en las tres fachadas de la facultad, «los cuales actualmente presentan desprendimientos puntuales de mortero y hormigón debido a la oxidación del armado interior de los forjadillos exteriores. Unas caídas que, como recuerda, suponen un peligro para los viandantes y por tanto, urge su reparación.

Una de las labores más delicadas será la que afecta a la portada monumental y la torre del siglo XVIII de la facultad, realizadas con piedra aresnisca y que presenta grietas, fracturas, falta de material pétreo, escamas y pérdidas de elementos que en su día formaron parte de esta fachada. La mejora y la pintura de estos elementos hace que la Universidad obligue a que al ser un edifico de protección Integral Monumental en su fachada, la adjudicataria contrate a su vez a técnicos o empresas especializadas en la rehabilitación de patrimonio histórico-artístico.

La obra se completará con la eliminación de la salida de humos, que será sustituida por «un nuevo elemento metálico provisto de lamas, con una apariencia más acorde y discreta».