Serrada planta sus espantapájaros de reciclaje

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PRUEBA

La localidad vallisoletana de Serrada celebró este sábado la undécima edición de su peculiar «Dia del Espantapájaros», en el que más de un centenar de personas crean un artístico campo sembrado de peculiares espantapájaros, en torno a unos setenta, todos con material reciclado, en el que lucen desde «Minions» a brujas, pájaros gigantes y bicis asombrosas.

Hasta que los espantapájaros resistan, que suelen ser de ocho a diez meses, las decenas de trabajos creativos que han confeccionado durante toda la jornada vecinos del pueblo, de los alrededores, Valladolid capital e incluso de Zamora, se instalan en una tierra del municipio.

Es una llamada al viajero para que pare en el municipio y aunque poco tiene que ver esta iniciativa con el tradicional papel de los espantapájaros en la protección de las cosechas, lo cierto es que la misma está incluida en un Libro de tradiciones del Ministerio de Agricultura, ha referido Flores.

La única condición es que el espantapájaros esté hecho de material reciclado, y se han podido ver singulares espantapájaros hechos con cedés, de los conocidos «churros» con los que los niños se inician en la natación, palos de escoba, ropa o esponjas. Todo menos la tradicional paja que llenaba estas figuras para proteger las cosechas.

Lo que comenzó como un taller cultural en el pueblo se ha convertido en una tradición que ya cumple once años, con un amplio abanico de propuestas desde pájaros a niños, ciclistas, en una mezcla de elementos realistas y surrealistas, ha recordado la responsable de turismo de este municipio de la comarca de Tierra de Vino de Valladolid, de cerca de 1.200 vecinos, a unos 29 kilómetros de la capital.

Hay algunos que incluso evocan la leyenda de que al parecer hace siglos que hay presencia de espantapájaros en el lugar, con un supuesto documento encontrado tras el altar mayor de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol que recogía que reuniones de labriegos en el siglo XVIII en las noches de julio en torno de los espantapájaros que ellos confeccionaban, con conjuros incluidos.