La aclimatación y su importancia para reducir la Tensión Fisiológica Generada por el Calor

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PRUEBA

El presente documento, escrito por Racinais y Col., contiene recomendaciones y estrategias a adoptar con el fin de mantener y mejorar el rendimiento durante el entrenamiento y la competición en condiciones ambientales calurosas, así como para reducir al mínimo el riesgo de enfermedades por el esfuerzo realizado en dichas situaciones.

Al realizar ejercicio en condiciones ambientales calurosas, el flujo sanguíneo de la piel y la tasa de sudoración aumentan para permitir la disipación de calor al ambiente circundante.
Estos ajustes de termorregulación, sin embargo, aumentan la tensión fisiológica y pueden conducir a la deshidratación durante el ejercicio prolongado.

El estrés por calor perjudicará el rendimiento aeróbico cuando se produce la hipertermia. En consecuencia, los atletas realizan eventos de resistencia, deportes de equipo en condiciones calurosas a un ritmo de trabajo más bajo que en ambientes templados. Además, la deshidratación durante el ejercicio en el calor exacerba la tensión térmica y cardiovascular, y perjudica el rendimiento aeróbico.

Racinais y Col. consideran que la más importante intervención que se puede adoptar para reducir la tensión fisiológica y optimizar el rendimiento es aclimatarse al calor. Teniendo en cuenta que la deshidratación puede afectar el rendimiento físico y exacerbar la tensión de calor inducido por el ejercicio, la segunda sección de la declaración de consenso ofrece recomendaciones sobre hidratación.

En este artículo, los autores destacan las vías a través de las cuales es posible disminuir la temperatura del núcleo y de la piel, antes y durante el ejercicio, a través de la aplicación de las prendas de frío en la piel, tales como bolsas de hielo, toallas frías y chalecos de refrigeración, así como a través de la inmersión en agua fría (CIT) o la ingesta de hielo.

Sobre la base de esta literatura, los autores indican que los atletas deben entrenar durante al menos 1 semana (idealmente 2 semanas) para aclimatarse usando un grado comparable de estrés térmico a la competición para la que entrenan.

También deben tener cuidado al realizar ejercicio en un estado de euhidratación y minimizar el déficit de agua corporal (monitorizada por las pérdidas de masa corporal), a través de una rehidratación adecuada durante el ejercicio. Pueden aplicar además contramedidas específicas (por ejemplo, métodos de enfriamiento) para reducir el almacenamiento del calor y la tensión fisiológica durante la competición y el entrenamiento, sobre todo cuando las condiciones ambientales son incompensables.

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