Un pueblo italiano prohíbe ponerse enfermo y subirá los impuestos a quien no cuide su salud

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Sellia es una pequeña localidad de Calabria, donde el 60% de la población son ancianos y donde el Alcalde ha decidido adoptar contundentes medidas para evitar que los ciudadanos se mueran.

Según explica el alcalde, desde el consistorio pretenden preocuparse por la salud de los ciudadanos y obligarlos a que ellos mismos lo hagan. El 60% de la población de este pequeño pueblo tiene más de 70 de años y la mayoría son mujeres viudas.

Para conseguir que la gente no se muera, no enferme y que no se reduzca por el ello el número de habitantes, se ha creado un sistema complejo para cuidar a los vecinos.
Se ha abierto un centro sanitario, un ambulatorio para las analíticas y una red de transporte hasta el hospital más cercano. El servicio se mantendrá mientras los resultados sean positivos y los ciudadanos se cuiden, advierte el alcalde.

Y las cosas no quedan en la amenaza del primer edil de retirar estas concesiones si los resultados no son buenos. Aquellos habitantes de Sellia que no cuiden de su salud, sufrirán una subida en sus impuestos como castigo.
El alcalde asegura que se controlarán los registros de los centros sanitarios para saber quien se somete a analíticas y pruebas con periodicidad y quien no.

«La vida es un valor universal, pero en un pueblo pequeño cada uno debe hacerse cargo de su propia salud porque, además de tener un valor por sí misma, tiene un valor colectivo. Si un pueblo se hace pequeño, demasiado pequeño, no puede continuar en pie», sostuvo.