La ONG se negó a la intención del Ayuntamiento de ofrecer el comedor únicamente a los niños empadronados.
El Ayuntamiento de la localidad toledana de Recas ha pedido a la ONG Mensajeros de la Paz que reabra «cuanto antes» el comedor social que tiene en esta localidad, asegurando que esta ONG ha tomado la decisión de cerrarlo «sin tan siquiera mantener un encuentro para saber el contenido real de las intenciones del Ayuntamiento».
El Consistorio ha matizado en un comunicado que la «posibilidad» de estudiar la exigencia del empadronamiento para acceder a este comedor era debido a la intención de «llevar un control riguroso y justo del servicio que se presta». «El requisito del empadronamiento no tiene nada que ver con la condición o no de inmigrante», alega en Ayuntamiento, «en Recas hay inmigrantes empadronados, incluso en situación de irregularidad».
El Ayuntamiento ha manifestado también que «hay usuarios que disponen de medios económicos suficientes y están enviando a sus hijos al comedor social de Recas», un hecho que ha ocasionado «numerosas quejas». Por ello, han insistido en que su intención es «velar por la correcta atención social a quien verdaderamente lo necesite y que pueda ser sostenible económicamente por el Ayuntamiento».
Finalmente, el equipo de Gobierno de Recas ha apuntado que «mientras persista la decisión de Mensajeros de la Paz de cerrar el comedor social, el Ayuntamiento ha dispuesto un Plan de Actuación» que «no consiste sólo en medidas para facilitar el acceso a alimentos, sino a garantizarlo en el futuro, como redirigir a los usuarios al comedor del colegio de la localidad».
El padre Ángel, director de Mensajeros de la Paz, ha explicado que mantuvo tres reuniones con el equipo de gobierno de Recas y que le transmitieron que una de las condiciones para mantener en funcionamiento el comedor de Mensajeros de la Paz era que los niños atendidos estuvieran empadronados.
Según el fundador de la ONG, el comedor social se puso en marcha hace dos años a raíz de la petición de un cura de Recas y del anterior alcalde. Ahora, según apunta, la nueva alcaldesa pide que estén empadronados para que no vayan «ocupas» al municipio. En cualquier caso, el sacerdote se ha negado a pedir el documento de empadronamiento cuando el comedor reabra en septiembre.
El padre Ángel ha afirmado que guarda esperanzas en que el diálogo pueda llevar al entendimiento entre Ayuntamiento y ONG porque, a su juicio, «es de sentido común» que no se puede negar la comida a los 68 niños que acuden a diario a este comedor, de los que solo unos ocho no estarían empadronados. En caso de no llegar a acuerdo, según ha precisado, Mensajeros de la Paz buscaría otra alternativa para seguir ofreciendo este servicio.