Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Valenciana.
La noche del 13 de agosto es la Nit de l’Albà, una de las celebraciones más esperadas por los ilicitanos. Esta noche, cientos de artificios pirotécnicos visten la noche de luz, color y sonido. Esta fiesta, muy característica de la ciudad, tiene su origen en la Edad Media, en la que las familias ofrendaban a la Virgen con un cohete por cada uno de sus hijos. Hoy aquella tradición ha derivado en el lanzamiento de cientos de palmeras que se lanzan de manera coordinada y alterna desde diferentes puntos de la ciudad. Además, los ciudadanos adquieren y lanzan pirotecnia de forma individual y espontánea en el tiempo que dura la lluvia de fuego.
Los cohetes y los fuegos artificiales se suceden desde las 23 horas hasta minutos antes de la medianoche. En ese momento, cesa la actividad pirotécnica, las luces de la ciudad se apagan y los ilicitanos aguardan en silencio el momento más importante de la noche, mientras suena de fondo el fragmento más significativo del Misteri d’Elx: “el Gloria Patri”. En medio de la oscuridad, se alza la Palmera de la Virgen, una gran palmera de luz blanca que se lanza desde la Basílica de Santa María, y que ilumina por completo, durante unos segundos, todo el cielo de la ciudad.
Tras el momento mágico, vuelven a encenderse las luces y se puede ver en la torre de la Basílica una pequeña “virgen de fuego” mientras se escucha la famosa habanera “Aromas ilicitanos” y todos los ciudadanos la cantan desde sus terrazas y balcones. Para concluir, es tradicional finalizar la celebración comiéndose la sandía. Algunos aún continuarán tirando cohetes hasta altas horas de la madrugada, y otros, los más atrevidos, se sumarán a la tradicional guerra de carretillas en un céntrico lugar especialmente acotado para ello, sólo apto para verdaderos apasionados del fuego.