Las biblioplayas de Benidorm cumplen su 15º aniversario con más de 100.000 usuarios anuales

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PRUEBA

El director de la Biblioteca Central y responsable del Archivo Municipal, Antonio Couto, ha recordado que “el proyecto de biblioplayas nació en 1992” con el objetivo de “acercar el libro a los usuarios independientemente de dónde se encuentren”, y de “fusionar el concepto de diversión y vacaciones que lleva implícito la arena de playa, con el de cultura y lectura

Las biblioplayas de Benidorm, pioneras a nivel nacional y europeo, cumplen este verano su 15º aniversario. Según datos facilitados por la Biblioteca Central, cada año “la ocupación de las biblioplayas supera los 100.000 visitantes”, acumulando la de Levante el 70% de los usuarios.

 Además, se concibió como un espacio abierto, sin paredes, para que los lectores pudieran interactuar con el entorno.

Sin embargo, el proyecto no se pudo materializar entonces porque “nos encontramos con la negativa de la Jefatura de Costas a permitir que el acceso al libro, público y gratuito en la playa fuera posible”. “Se nos argumentó –añade- que la Ley de Costas consideraba ilícito promocionar la lectura en la playa”.

El segundo intento de poner en marcha una biblioteca sobre la arena de Benidorm fue en 1998, aunque no fue hasta el año 2000, cuando se consiguió. Se hizo además teniendo en cuenta las diferentes nacionalidades de los usuarios de las playas de Benidorm, y de ahí que se incluyeran libros y publicaciones en otras lenguas. En ese primer año, ha apuntado Couto, las biblioplayas estuvieron abiertas seis meses, “desde Semana Santa hasta mediados de octubre”. En 2001 la demanda hizo que la apertura se ampliara a ocho meses y se instalara una tercera biblioplaya en la zona de La Cala, aunque operativa sólo en julio y agosto.

La edil de Cultura, Ana Pellicer, ha explicado que las dos biblioplayas que actualmente tiene Benidorm ofrecen a los usuarios la posibilidad de “disfrutar de una lectura frente al mar con independencia de su nacionalidad, ya que tienen a su disposición unos 500 libros en holandés, francés, alemán e inglés”. A éstos se suman unos 1.200 en valenciano y castellano, la prensa diaria y una amplia variedad de revistas. Además, con el paso de los años a los libros, diarios y revistas se han sumado los DVD de películas y los CD de música.

La biblioplaya de Levante dispone de 352 metros cuadrados, sillas para 125 usuarios, 1.830 documentos –entre libros, DVD’s y CD’s- y seis mesas para practicar ajedrez, un juego con reglas internacionales que hace que los contrincantes puedan medirse aunque no compartan nacionalidad, idioma o cultura. La de Poniente, por su parte, tiene una estructura de 125 metros cuadrados, 50 sillas y un fondo de 710 libros.

La de Levante tiene la particularidad de ser “posiblemente la única biblioteca estable, abierta todo el año, sobre la arena de una playa”, ha destacado la edil de Cultura, que ha recordado que esta biblioplaya sólo cierra del 15 de enero al 15 de febrero con motivo de “la limpieza anual de las playas” que obliga al desmontaje de la instalación.

En estos años, el modelo de biblioplayas de Benidorm ha sido exportado a otros lugares. Así, por ejemplo, en 2004 una delegación de la ciudad sueca de Norrtälje se trasladó hasta Benidorm para conocer in situ la experiencia de las biblioplayas. Fruto de esa visita se creó en esta ciudad turística un servicio similar, y como homenaje a Benidorm las denominaron ‘Biblioplayas’.