Un equipo multidisciplinar, integrado por científicos de 30 universidades de Australia, Europa y Estados Unidos, que están inmersos en el proyecto GAMA, asegura que el Universo está muriendo.
El preciso análisis de más de 200.000 galaxias que han llevado a cabo les ha hecho llegar a la conclusión de que la energía que emiten ahora es de la mitad de su potencia de hace 2.000 millones de años y que continúa disminuyendo.
El GAMA evidencia que esta ralentización tiene lugar en todas 21 longitudes de onda, desde la ultravioleta hasta la infrarroja. Se trata de la medición más amplia de la emisión de energía de la parte cercana del universo.
En la investigación el GAMA utilizó varios de los telescopios más potentes del mundo, como el Observatorio Cerro Paranal, un centro de investigación astrofísica en Chile. Asimismo fueron utilizados GALEX y WISE (telescopios espaciales que operan desde la órbita) y el telescopio Herschel.