La Unesco ha declarado a Aranjuez como «lugar de excepcional valor universal», el máximo reconocimiento que puede obtener un sitio que ya había sido catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
Las Declaraciones Retrospectivas, como ésta de Aranjuez, permiten que aquellos bienes que no disponían de una en el momento de su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial, puedan tener un documento de referencia en el que se defina el Valor Universal Excepcional que motivó su inscripción, y de este modo permita orientar la conservación y la gestión de este patrimonio.
En la reunión del pasado 8 de julio se decidió proporcionar el reconocimiento de «Lugar de excepcional valor universal» el Paisaje Cultural de Aranjuez, así como a otros puntos ya reconocidos en España como el yacimiento de Atapuerca, el Conjunto Arqueológico de Tarraco, el Parque Nacional de Garajonay (Islas Canarias) y el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
El Paisaje cultural de Aranjuez fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en diciembre de 2001 en Helsinki. Se trata de un entorno de singular identidad debido a la histórica relación entre la naturaleza y la actividad humana, entre el sinuoso curso de sus cauces fluviales y el diseño geométrico del paisaje, entre la vida rural y el núcleo urbano así como entre la refinada arquitectura y la naturaleza agreste del bosque.
El proceso de transformación se inició en los tiempos de Felipe ll cuando, bajo la influencia de la Corona y con la riqueza de la naturaleza como elementos determinantes, se estableció el Real Sitio de Aranjuez en el siglo XVl. Los reinados de Fernando Vll, Carlos ll e Isabel ll fueron de especial relevancia en la evolución del Real Sitio durante los siglos XVlll y XlX. Fue en el siglo XX cuando el Real Sitio abrió sus puertas al público.
Aranjuez representa la fusión de diversas corrientes culturales y el resultado constituye un paisaje cultural de gran influencia en el diseño de espacios y entornos paisajísticos que se han desarrollado con posterioridad.