Una cincuentena de agentes patrullan por el Parque Natural de Collserola y hacen tareas de prevención de incendios, presencia policial y asistencia a los vecinos.
Unos 50 agentes de la Guardia Urbana de Barcelona patrullan por Parque Natural de Collserola durante el verano. Las patrullas forestales están formadas por agentes de los distritos contiguos al parque (Sarrià – Sant Gervasi, Horta-Guinardó y Nou Barris), para que así todos conocen bien el terreno. «Esta época del año es cuando el parque tiene más afluencia de personas. Muchas veces tenemos que actuar para que algún excursionista ha desorientado o algún ciclista ha tomado mal. Que los agentes conozcan los caminos y cómo llegar es muy importante «, explica Carles Reyner, intendente de la Guardia Urbana.
En sus itinerarios, comprueban que los candados de los caminos se puedan abrir, y así faciliten el acceso en caso de emergencia. Y es que una actuación rápida es fundamental para que un incendio no vaya a más.
Constantemente, las patrullas también efectúan paradas en las 7 torres de vigilancia que hay dentro del término municipal de Barcelona. La coordinación entre la policía y los vigilantes es vital para una reacción inmediata. «Nosotros tenemos una comunicación directa con las torres de vigilancia. De este modo, cuando un vigilante detecta una columna de humo, nos podemos acercar rápidamente, al tiempo que avisamos nuestra central «, explica el cabo Sergio Ramos.
Una tarea que hacen durante el verano es la de revisar los hidrantes y subir hasta las balsas para comprobar que el nivel de agua es el adecuado. Esto quiere decir que el sistema automático funciona y los helicópteros encontrarán agua cuando necesiten.
Asegurar la convivencia en el parque
Más allá de la prevención de incendios, la Guardia Urbana también controla posibles ocupaciones de casas, cultivos de huertos ilegales y que los vecinos más aislados no sufran inseguridad. El contacto directo con ellos permite conocer de primera mano sus preocupaciones y actuar en caso de que sea posible.