Kim Jong-un, el dictador norcoreano, ha ordenado a las fuerzas armadas del país estar en plena disposición combativa, es decir ha decretado la alerta de guerra.
Ayer la frontera entre las dos coreas era escenario de un cruce bélico iniciado por misiles norcoreanos que atacaban el despliegue de militares de Corea del Sur, en el sector occidental de la línea fronteriza entre ambos países., respondido por éstos con obuses de contraataque.
El fuego norcoreano iba dirigido contra uno de los altavoces que el Sur utiliza para emitir propaganda contra el Gobierno de Kim Jong-un. Como consecuencias del incidente, Seúl convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional, inició la evacuación de los residentes de varios pueblos fronterizos y puso sus Fuerzas Armadas en máxima alerta.
El uso de altavoces, que forma parte de la guerra psicológica contra Pionyang, se produce como medida de represalia después de que la semana pasada explotaran minas terrestres norcoreanas en la parte sur de la Zona Desmilitarizada.
Pionyang, por su parte, emitió una advertencia a Seúl para que diera «pasos prácticos» para paralizar su campaña propagandística, en caso contrario aseguró que desplegaría comando de guerra en la frontera.
Dio un ultimátum de 48 horas para que cesaran las transmisiones propagandistas. Corea del Sur, a su vez, advirtió a Pionyang de represalias graves ante cualquier ataque.
Hoy viernes Kim Jong-un ha decretado alerta máxima de guerra y ha dispuesto sus fuerzas para atacar al país vecino.