Hombre de 53 años, soltero y residente en medio urbano, rasgos más frecuentes de las personas suicidas en Navarra
Un hombre, de 53 años, soltero, con nacionalidad española y que vive en un entorno urbano son los rasgos más frecuentes de las personas que se suicidan en la Comunidad Foral, según una investigación publicada en el último número de la revista Anales del Sistema Sanitario de Navarra que detectó también que la crisis económica no aumento el número de suicidios.
El estudio, denominado “Características de los suicidios consumados en Navarra en función del sexo”, se ha elaborado a partir del análisis de las historias clínicas de las personas que se quitaron la vida en la Comunidad Foral, entre los años 2010 y 2013, con el objetivo de disponer de un perfil de la persona que se suicida en Navarra y poder así abordar estrategias que ayuden a la prevención de este problema de salud pública, que actualmente es la mayor causa de muerte no natural.
Cabe indicar que el Gobierno de Navarra creó el pasado año una comisión interinstitucional para prevenir y optimizar la respuesta que se ofrece ante las conductas suicidas. Precisamente, la publicación de este estudio se enmarca en las actuaciones preventivas ya que, según los expertos, la difusión de datos estadísticos sobre este fenómeno, así como de sus factores de riesgo y señales de alarma, no conlleva un incremento del número de suicidios sino un efectivo preventivo conocido como Papageno, por su similitud con el personaje de la ópera «La flauta mágica» de Mozart.
En este sentido, los especialistas recuerdan a aquellas personas que estén pensando en tomar una decisión de este tipo, que pueden solicitar ayuda para hacer frente a su situación en los centros de salud, en la red de Salud Mental, en los servicios sociales, en su centro educativo, en el teléfono de emergencias del 112-SOS Navarra o en el Teléfono de la Esperanza (948 243 040 o 902 500 002).
Tres hombres por cada mujer
Según dicho estudio, los hombres presentan tasas más altas de suicido que las mujeres en cualquier grupo de edad. De hecho, por cada tres hombres que se quitan la vida lo hace también una mujer. Este predominio de los suicidios masculinos se asocia con la mayor letalidad de los métodos que emplean frente a los que utilizan las mujeres, que son menos violentos.
El mayor porcentaje de suicidios se produce en verano (el 39%), seguido por la primavera (el 22%), el invierno (el 21%) y el otoño (18%). En cuanto al momento del día, la mayoría se registran por la mañana, entre las 8 y las 12 horas. El lunes es el día de la semana con mayor número de fallecimientos por esta causa, con el 20% del total, y los viernes el día con menos, el 6%.
180 suicidios estudiados
Como se ha indicado, el estudio ha analizado los suicidios consumados entre 2010 y 2013. En estos cuatro años se registraron en Navarra 180, de los que 136 fueron de hombres (el 75,5%) y 44 de mujeres (el 24,5%). Por años, en 2010 se contabilizaron 41 muertes; en 2011, 51; en 2012, 44; y en 2013, 44.
La persona más joven que se suicidó fue un hombre de 13 años y la de mayor edad un varón de 100. A su vez, la mujer más joven tenía 15 años y la más mayor, 80. Cinco de los 180 suicidios (el 2,8% del total) fueron cometidos por menores de 18 años. En este sentido, los autores del estudio señalan que conforme aumenta la edad se incrementa el número de suicidios, sobre todo a partir de los 40 años.
Respecto a los métodos empleados, los hombres emplearon mayoritariamente el ahorcamiento (el 35%), la precipitación desde altura (24%) y las armas de fuego (11%). Por su parte, las mujeres utilizaron la sobreingesta farmacológica (27%), el ahorcamiento (27%) y la precipitación desde altura (18%).
El análisis también se centra en otros aspectos sociodemográficos como la situación laboral y la cualificación profesional de las personas que se suicidaron en Navarra entre 2010 y 2013, si bien no se tienen los datos completos de todos los casos. En el caso de los hombres, predominan los solteros, que viven solos y con bajo nivel educativo. Sin embargo, las mujeres presentaban mayor nivel educativo, estaban casadas y vivían en pareja.
En cuanto al lugar en el que se cometió el suicidio, el 65,6% de los casos fue en el domicilio propio. El 18,4% dejó una nota de despedida y el 93,3% no había manifestado antes su intención de quitarse la vida.
No aumentan por la crisis
El estudio también constata que en la Comunidad Foral no se observa un incremento de los suicidios tras el inicio de la crisis económica. Además, la mayoría de los casos estudiados corresponden a personas pensionistas por su edad (el 49%) y no a personas en desempleo (el 15%). Entre las personas que se suicidaron, tan solo un 0,7% eran amas de casa.
Cabe indicar que las conductas suicidas son el resultado de la interacción entre factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociales, ambientales y situacionales, que constituyen una “compleja interacción” entre factores de vulnerabilidad y eventos ambientales, tal y como pone de manifiesto la investigación publicada por la revista Anales del Sistema Sanitario.