El empresario Jose María Ruiz-Mateos ha fallecido esta mañana a los 84 años de edad en un hospital del Puerto de Santa María, en Cádiz. Permanecía ingresado en el centro hospitalario desde hace un mes a causa de una fractura de cadera y la complicación de un neumonía. (Cádiz), según han informado fuentes cercanas a la familia.
El fundador de Nueva Rumasa y patriarca de la familia Ruiz-Mateos ha estado enfermo durante 10 años. Ya el pasado 18 de junio, ingresaba en el hospital madrileño Gregorio Marañón de Madrid por un empeoramiento de su salud tras pasar su primera noche en la cárcel Soto del Real por una orden judicial.
Ocho días después, el 26 de junio, el empresario jerezano fue puesto en libertad por resolución del juez ante el deterioro de su estado y los síntomas de Parkinson acreditados por un informe médico, según indicaba su abogado Marcos García-Montes.
La excarcelación se produjo en respuesta a una petición del equipo jurídico del abogado, que había recurrido el decreto de prisión y solicitado la suspensión de la pena ante la «enfermedad muy grave con padecimientos incurables» de su defendido. Según varios informes, presentaba un deterioro de su habilidad cognitiva y funcional.
Ruiz-Mateos ha estado envuelto permanentemente en la polémica. Primero tras la expropiación el 23 de febrero de 1983 de Rumasa, el holding con el que llegó a sumar 700 empresas, una plantilla que alcanzaba las 60.000 personas y una facturación de 350.000 millones de pesetas (más de 2.000 millones de euros) anuales. Después con Nueva Rumasa, un entramado con multitud de sociedades en paraísos fiscales, que quebró en 2011 con una deuda de 1.500 millones de euros y con miles de inversores atrapados.
Una presunta estafa por la que deja pendientes más de 50 causas tanto en la Audiencia Nacional como en juzgados de instrucción y audiencias provinciales de toda España.