El órgano legislativo del estado de California ha aprobado una iniciativa que permitirá a los médicos prescribir medicamentos que pongan fin a la vida de pacientes con enfermedades terminales, siguiendo los pasos de otros cuatro estados de Estados Unidos que ya lo permiten: Oregón, Washington, Montana y Vermont.
La iniciativa pasó el trámite en el Senado con 23 votos a favor y 14 en contra. Ahora es el gobernador Jerry Brown quien debe firmar el proyecto para convertirlo en ley.
El proyecto de ley de California se basa en la ley de Oregón, aunque incluye varios cambios importantes. La ley de California expiraría después de diez años y tendrá que ser aprobada de nuevo, y los médicos tendrán que consultar en privado con el paciente acerca de su deseo de morir, como parte de un esfuerzo para asegurar que nadie se vea obligado a poner fin a su vida, una de las principales preocupaciones para los opositores a la ley.
La iniciativa, considerada una variante de la aplicación de la eutanasia, permite a los pacientes con enfermedades terminales tomar la decisión de morir con ayuda de un médico que le prescribiría los medicamentos para poner fin a su vida.
La propuesta legislativa fue impulsada por Brittany Maynard, de 29 años, quien residía en San Francisco y padecía una enfermedad terminal.
Desde que Oregón aprobó la primera ley de suicidio asistido del país en el año 1997, sus partidarios han luchado para ampliar su alcance, en medio de la oposición de los grupos religiosos, algunas organizaciones médicas y legisladores, tanto republicanos como demócratas, a título personal.