Donostia ha sido elegida por la Unión Europea para liderar en los próximos tres años el desarrollo de un modelo de ciudad inteligente, en cuanto a eficiencia energética, movilidad sostenible y tecnologías de la información, por el que recibirá 11 millones de euros.
El proyecto, del que será líder la capital guipuzcoana, es compartido con Florencia y Bristol, y su ejecución costará un total de 29 millones de euros, de los que 25 serán subvencionados con fondos europeos, y de ellos, 11 se destinarán directamente a Donostia.
La iniciativa que dirigirá Donostia, junto a la ciudad italiana y la inglesa, tres urbes que ya colaboran hace un año en el proyecto “Smart city”, ganó, por delante de otras como las que encabezaban Londres o Lyon, la convocatoria de mayo pasado del plan “Horizon 2020”, el programa que la UE puso en marcha el año pasado para fomentar la investigación e innovación en las ciudades europeas.
Se trata de desarrollar una especie de modelo estándar que pueda exportarse a otras ciudades, es decir, que el trío elegido ejercerá de “faro” para tres ciudades, en esta caso Essen (Alemania), Lausana (Suiza) y Nilüfer (Turquía), que ejercerán de “seguidoras” y se encargarán de aplicar el modelo, una vez que haya sido “optimizado, demostrado y validado”.
El plan a desarrollar en la capital guipuzcoana concentrará en la vega del Urumea -de ahí su nombre “Urumea Riverside”-, y en concreto, en los barrios de Martutene y Txomin, el polígono 27 y el parque de Ametzagaina, donde se pondrán en marcha actuaciones en el ámbito de la eficiencia energética, la movilidad y las TIC.
En esas zonas, se rehabilitarán en torno a 200 viviendas y comercios para mejorar su eficiencia energética, se pondrá en marcha un sistema de calefacción centralizada para descender los consumos entre el 56 y el 35 %, o se sustituirá la red de alumbrado público del polígono 27 por iluminación LED e inteligente.
En el campo de la movilidad, se pondrán en circulación al menos dos autobuses eléctricos en los citados barrios, al tiempo que se potenciará en toda la ciudad el uso de coches de estas características, y se colocarán más estaciones y puntos de recarga.
En cuanto a las tecnologías de la información y comunicación, el proyecto prevé desarrollar una “plataforma smart” para gestionar toda la información de servicios del Ayuntamiento y fomentar la participación ciudadana.
Todo ello deberá ejecutarse en un plazo de tres años, entre 2016 y 2018, a los que se sumarán otros dos más, 2019 y 2020, para analizar y evaluar sus resultados.