A partir de octubre, el ayuntamiento de Madrid planea rebajar los mínimos para activar el protocolo contra la contaminación que elaboró la anterior junta de gobierno, limitando el tráfico de automóviles en el centro cuando se disparen los niveles de polución.
Como ya contempla el protocolo en vigor desde el pasado 1 de marzo, se restringirá la circulación a una parte de los vehículos cuando dos de las 24 estaciones que miden la calidad del aire en la capital superen durante dos horas consecutivas los 180 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico de aire. A partir de ahí, se activará el preaviso y cuando se superen los 200 microgramos, el aviso. Cabe recordar que la Unión Europea fija el nivel de alerta en 400 microgramos.
El plan es novedoso por cuanto supone rebajar sustancialmente el mínimo de contaminación para activar el protocolo. Tanto que, de haberse contemplado el mínimo citado anteriormente, el pasado viernes, por ejemplo, se habría limitado ya la velocidad a 70 kilómetros por hora. En 2014, atendiendo al mismo criterio, se habría limitado la circulación durante tres días consecutivos.
Las medidas aplicadas en esos casos serían las siguientes: el primer día de preaviso se limitaría la velocidad en la M-30 y en las autovías de acceso a la capital 70 km/h; si hubiera un segundo día consecutivo de preaviso, o con el primero de aviso, se prohibiría también aparcar en los parquímetros a los coches que no sean de residentes en la zona; y a partir del l segundo día consecutivo de aviso, junto a las medidas anteriores, se prohibiría además circular por la almendra central a la mitad de vehículos (en función de si su matrícula es par o impar, como ya se hace en otras grandes capitales europeas) y a taxis vacíos. Si se llegase a disparar la alerta, la prohibición se ampliará incluso a la M-30.
Para evitar los problemas que ello pudiera ocasionar entre los ciudadanos que se muevan habitualmente por la capital, el Ayuntamiento reforzaría el transporte público en la zona, que podría ser incluso gratuito.