Es cierto que achacar a la suerte los acontecimientos positivos y negativos de la vida es el pretexto de los fracasados porque el éxito y el fracaso son el producto de las acciones que cada cual decide poner en práctica, no del azar o de la casualidad.
En los años que llevo asesorando y ayudando a mis clientes a desarrollar su Marca Personal he tenido la oportunidad de ver situaciones de éxito y de fracaso de proyectos personales y profesionales. Muchas veces me he preguntado qué es lo que lleva a algunas personas a tener la capacidad de conseguir poner en marcha sus sueños, mientras que otras, cargadas de buena voluntad se quedan por el camino y aunque éxito y fracaso son términos relativos porque dependen de la interpretación individual y en ocasiones lo que a simple vista podría interpretarse de manera negativa, resulta que para quien lo vive no lo es en absoluto he llegado a encontrar algunas características que reúnen casi todos los triunfadores reúnen.
Las personas que triunfan tienen clara su visión que utilizan para tomar decisiones tanto corrientes como estratégicas. Primero lo primero, parafraseando a Stephen Covey.
Se fijan objetivos a corto y largo plazo, y no van a salto de mata. Séneca dijo que si un hombre no sabe a que puerto navega, ningún viento le es favorable.
Utilizan los conocimientos que poseen para ponerlos al servicio de sus objetivos y hacen serios esfuerzos para mantenerse al día, pero sin obsesionarse por sus carencias.
Porque están enfocados a la acción y evitan las situaciones de parálisis por el análisis, en caso de duda actúan valorando los riesgos en que incurren y aprenden de los resultados. Hacen suya la frase de Hernán Cortés de que en circunstancias especiales el hecho debe ser más rápido que el pensamiento.
Les motiva tomar decisiones.
Dejan rastro de las cosas que hacen y convierten sus acciones en procesos documentados que se pueden repetir y mejorar.
No les da miedo ir a contracorriente y moverse en entornos poco amigables porque saben que, como decía Winston Churchill, la cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor.
Elaboran indicadores para valorar su desempeño y los siguen de manera sistemática para corregir el rumbo si es necesario.
Controlan su tesorería, su caja, gestionan sus recursos, viven de acuerdo con sus posibilidades y reinvierten los excedentes.
Son perseverantes, no abandonan cuando las cosas se tuercen pero tienen la humildad de retirarse cuando ven que sus acciones se apartan de su visión.
Gestionan su marca personal y no tienen miedo a que los demás les reconozcan y les elijan.
Os propongo un ejercicio: Buscad tres ejemplos de personas que consideréis que han triunfado, en la vida o en los negocios, mirad que rasgos tienen en común y si algunos coinciden con los que he detallado. Una vez hecho esto centrad la mirada en vosotros para ver si es posible desarrollarlos.
Por Jordi Collell. PersonalBrandingQueMarca.