La acción preventiva es uno de los principales principios de recogidos en el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que se consigue a partir de la concepción de los puestos de trabajo, en lo que se conoce como la Ergonomía de concepción, según afirma Ana Regateo, consultora de ergonomía de diseño en PrevenControl.
La Ergonomía de concepción pretende humanizar todos los elementos con los que interactúa el ser humano para lograr que ésta interactuación sea lo más segura, saludable y placentera posible. Y no solo atendiendo a sus características físico-dimensionales (Ergonomía Geométrica), sino también a las psico-afectivas (Ergonomía Cognitiva).
Todo ello sin impedir que el valor estético del diseño de un producto o de un entorno, vaya en detrimento de las principales funcionalidades que entendemos se deberían cumplir en cada proyecto de diseño: Funcionalidad, seguridad, accesibilidad, legibilidad, simplicidad, usabilidad, confort y inclusividad.
Los beneficiarios de estas funcionalidades, deberán ser tanto quienes trabajan (personal) como aquellos que pretenden hacer uso del elemento diseñado (clientes, visitantes etc). El diseño es para “la gente” por lo que su proyección debe responder a todas sus necesidades y estar al servicio de las mismas.
Una meticulosa investigación de usuario que permita descubrir las necesidades y limitaciones reales de aquellos que trabajan y que hacen uso de productos o servicios en contextos específicos, nos conduce al resultado de vivir en una realidad más útil, flexible, cómoda y alentadora. Por lo que el diseño en la arquitectura nunca debe limitar ni discapacitar la funcionalidad del ser humano, cuando ésta no sea un atributo inherente a las personas.
Para observar los efectos beneficiosos de un buen proyecto de diseño, analicemos un caso de éxito que trabajamos en su día en una oficina de farmacia, la Colldeforn de Mataró, que encargó en el año 2011 un proyecto de consultoría de diseño integral apostando por un nuevo concepto saludable como “Espacio de Salud”. Un espacio que “vende” salud debe ser saludable.
Las características resultantes de la Ergonomía incorporada en el nuevo espacio de salud de la farmacia Colldeforn, fueron unos entornos bellos y humanos, al tiempo que dotados de una legibilidad visual y cognitiva con ausencia de carga física.
Como elemento diferenciador y competitivo, se llevó a cabo el diseño y posterior certificación como producto de diseño ergonómico, de todo el mobiliario incorporado en la farmacia por la Asociación Española de Ergonomía (AEE).
Como resultado del proyecto de integración de la ergonomía en la farmacia, un negocio que ya contaba con una facturación anual elevada, logró obtener un importante incremento de ventas: 75% en dermofarmacia y un 26% en el resto de sus áreas.