Un brote de cólera está poniendo en peligro a los niños y familias de Iraq, un país muy castigado por la violencia y el conflicto. Más de 2.200 personas están afectadas en 15 de las 18 provincias del país; el 20% de ellas son niños.
UNICEF se ha unido a la Organización Mundial de la Salud y al Ministerio de Sanidad iraquí para frenar el avance del brote. Se está distribuyendo agua potable y proporcionando tratamiento a quienes muestran síntomas de cólera. Se ha lanzado también una campaña de sensibilización para ayudar a la gente a protegerse de la enfermedad.
Las fuertes lluvias de finales de octubre inundaron varias áreas del país que son propensas a sufrir una expansión del cólera. Por ejemplo, las graves inundaciones cerca de Bagdad causaron que los sistemas de alcantarillado se desbordaran, lo cual afectó a 65.000 residentes de campos para personas desplazadas a causa de la violencia.
Desde que se inició este brote de cólera, a mediados de septiembre, UNICEF ha apoyado la distribución de agua embotellada para 37.000 personas, y el transporte de unos 100.000 litros de agua al día en camiones para 5.000 personas.
“Una parte importante de nuestros esfuerzos tiene como objetivo ayudar a las comunidades a protegerse a sí mismas contra el cólera”. “Pueden hacerlo con medidas sencillas, como por ejemplo utilizar agua solo de fuentes protegidas, tratar el agua que se almacena en casa, o acudir al médico en cuanto cualquier miembro de la familia tenga diarrea u otros síntomas”.
UNICEF ha proporcionado a las autoridades sanitarias 820.000 sobres de sales de rehidratación oral para tratar a los pacientes con deshidratación. Para garantizar que la población comprende la magnitud de la amenaza que supone el cólera, los hogares están recibiendo materiales informativos sobre la enfermedad. También se trabaja para difundir mensajes de prevención y concienciación en casas, escuelas y medios de comunicación.