François Kazadi es un niño congoleño de ocho años. Sus padres le abandonaron y vive con su abuela. Como tantas otras personas de su país come una vez al día, cuando puede. Tiene perdida la visión de un ojo y gracias a las dos intervenciones que le han realizado en el Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología de Bilbao mantiene un 15% de visión por el otro. Una de sus ilusiones, hacerse sacerdote. Ha visitado el Obispado de Bilbao.
La ONG San Martín de Porres se ha encontrado con muchas dificultades para poder traer al niño a Bizkaia, pero gracias a la mediación de la Diócesis de Kinshasa (R.D. Congo) y a las religiosas Carmelitas de San José, ha conseguido su propósito. María Jesús Pérez es la presidenta y alma máter de la Asociación.¿Cuándo y cómo surgió la ONG?La Asociación trabaja en el desarrollo y la evolución de los habitantes de una ciudad llamada Kananga en la República Democrática del Congo. Tiene una población aproximada de 1.130.000 habitantes y su situación es angustiosa debido a la falta de alimentos y a la presencia de enfermedades como la malaria, el SIDA, Dengue o paludismo, entre otras. Las religiosas Carmelitas de San José que atienden la Casa de Espiritualidad de Amorebieta nos pidieron ayuda para su misión en Kananga y así comenzamos el año 2011.
Les solicitaron una cama para que pudieran dar a luz las mujeres Efectivamente. La cama paritoria fue nuestro primer logro pero desde entonces, gracias a la colaboración de muchas personas particulares y de instituciones y ayuntamientos estamos financiando otros proyectos. De este modo, hemos conseguido un depósito de almacenamiento de agua para la Comunidad 20 de mayo, una bombona de oxígeno para el dispensario médico, un respirador para partos o un generador eléctrico para que los médicos operen en las condiciones necesarias.
Y ahora traen a François para una operación ¿Por qué?Es la primera vez que lo hacemos y nuestra idea es comenzar con el apadrinamiento de niños y niñas. Supimos de la situación de François gracias a la Fundación Barraquer que opera una vez al año en la Clinique Ngaliema en Kinshasa. Como allí se veía difícil la intervención, un doctor del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología de Bilbao se ofreció. Tras cinco meses de lucha para conseguir traerlo, al final lo hemos conseguido.
¿Por qué han visitado al obispo de Bilbao? Françóis tiene mucha relación con las religiosas y canta en las celebraciones junto con ellas. Además quiere ser sacerdote. Me pareció una buena ocasión para que el niño conociera al obispo y explicarle a monseñor, la labor que estamos realizando junto a las religiosas Carmelitas de San José. Por otra parte, la Diócesis de Kinshasa ha intercedido para que pudiéramos traerle y así podremos mostrarles algunas fotografías del pequeño junto a nuestro obispo diocesano.
El niño sólo tiene un permiso de 35 días y estamos haciendo todo a la carrera. Estamos haciendo todo lo posible para que no se quede ciego pero puede que tenga que volver e igual volvemos a necesitar la colaboración de la Diócesis de Kinshasa.
Entre tanto, François ha ido incluso a ver un partido del AthleticSe han portado muy bien con él. El domingo disfrutó muchísimo del partido. No tengo más que palabras de agradecimiento para el club y para tantas personas que se están volcando completamente a favor de esta causa.