Con el final del 2015 a la vuelta de la esquina, analizamos un año que ha supuesto un cambio en la situación del mercado inmobiliario en España Después de años de profunda depresión, 2015 comenzaba arrojando algo de luz en este ámbito: el sector inmobiliario europeo abordaba con optimismo el inicio de año a pesar de la debilidad de las condiciones económicas y de la inestabilidad geopolítica de algunas zonas clave.
Después de años de profunda depresión, 2015 comenzaba arrojando algo de luz en este ámbito: el sector inmobiliario europeo abordaba con optimismo el inicio de año a pesar de la debilidad de las condiciones económicas y de la inestabilidad geopolítica de algunas zonas clave. En parte, esta revitalización del sector se debe al aumento de liquidez y a la necesidad de invertir capital en estos activos, según se analiza en el informe Tendencias del Mercado Inmobiliario Europeo 2015.
Pero existen más indicios que apuntan a que esta casi evidente recuperación no es una quimera: Gonzalo Bernardos, economista y director del Máster Inmobiliario de la Universidad de Barcelona, remarca que haber dejado atrás las políticas económicas austeras, la incipiente recuperación de la banca que comienza a dar hipotecas y el reajuste de precio de los pisos son motivos suficientes y de peso para confiar en esta nueva etapa sin miedo al fracaso.
Pero se trata de un optimismo condicionado, pues todavía se plantean posibles factores de riesgo, tales como la subida en los tipos de interés, la inestabilidad política o la paupérrima creación de empleo. Estos factores son los que mantienen en vilo a gran parte de la población, que aún recuerda ese traspiés que sufrió el sector en 2011, después del espejismo de una posible recuperación en 2010.
Las cifras de un sector sano y renovado
Expertos en la materia, como Bernardos o Manuel Romera, director del Sector Financiero del IE Business School, aseguran que 2016 será un año donde el cambio comenzará a hacerse evidente. Un sector saneado representaría un aumento de la construcción cifrado en las 300.000 o 400.000 viviendas al año. En un país como España, con un importante componente turístico, estas cifras representarían el equilibrio.
Pero para este renacer del sector los expertos coinciden en una máxima: la banca tiene que comenzar a prestar dinero de modo equilibrado, siempre a clientes que presenten seguridades para devolverlo y a proyectos con demanda.
Las empresas de mudanzas, otras de las grandes beneficiadas
En este proceso de revitalización, que parece coger cada vez más fuerza, nos encontramos con otros sectores que comenzarían a despertar del letargo de la crisis económica. Es el caso del sector de las empresas de mudanzas, que se vio profundamente afectado con la crisis inmobiliaria.
Expertos en este sector analizan cómo ha podido influir todo esto en las principales ciudades españolas. Es el caso de empresas de mudanzas en Barcelona: pese a ser una de las principales metrópolis españolas, vieron cómo su volumen de negocio descendía hasta en un 80%.
Y es que se trata de un sector que con la crisis experimentó grandes dosis de intrusismo y que ahora comienza a recobrar su autonomía. En el caso de Andalucía, muchas empresas de mudanzas en Sevilla apuestan por una diversificación de sus servicios, el método para hacer frente a aquellas terroríficas cifras de comienzos de la crisis.
Ante esto, muchas de estas empresas de mudanzas en Sevilla apostaron por una renovación interna, abriendo sus servicios al de las mudanzas internacionales, aprovechando el movimiento migratorio de tantos españoles en busca de nuevas oportunidades de futuro fuera de nuestras fronteras.
