Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo organizado especializado en el robo de cable de cobre en subestaciones eléctricas y otras instalaciones ferroviarias de ADIF. También ha sido desmantelado otro grupo experto en el robo de metales, en este caso en naves industriales, fincas e instalaciones de regadío y bombeo de agua.
En la operación han sido detenidas 13 personas y se han registrado dos domicilios en la ciudad de Valencia y un centro de reciclaje en Manises (Valencia). A los arrestados se les imputan 15 robos sobre infraestructuras ferroviarias y otros nueve en naves industriales, fincas e instalaciones de regadío y bombeo de agua.
La investigación se inició a partir de la comisión de múltiples robos de similares características que afectaron a las instalaciones del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. Partiendo de las informaciones facilitadas por ADIF, se iniciaron las pesquisas con un análisis exhaustivo de la documentación aportada por esta entidad.
En mayo de 2015 se obtuvieron los primeros resultados sobre la autoría de los hechos denunciados que permitieron dos meses más tardes determinar la existencia de dos grupos afincados en Valencia y Madrid. Respecto al grupo asentado en Valencia los agentes lograron identificar a cuatro de sus miembros, todos naturales de Rumanía, y relacionarlos con robos de cable de cobre en instalaciones ferroviarias. Además, se pudo determinar que el establecimiento que compraba el metal sustraído ero un centro de reciclaje ubicado en Manises (Valencia), en el que el dueño y un empleado actuaban en connivencia.
Robos de metal en instalaciones ferroviarias
Una vez identificadas las personas implicadas en los robos y en la recepción del cable sustraído, el pasado 24 de noviembre se desarrolló un operativo en el que se detuvo a los cuatro identificados previamente como presuntos autores materiales de los robos, y al dueño del centro de reciclaje por receptación del metal robado. Del mismo modo se practicaron dos registros en Valencia, en los domicilios de los arrestados, hallándose en su interior gran cantidad de herramientas utilizadas para la ejecución de los robos.
El centro de tratamiento de metales también fue registrado por los agentes a cargo de la investigación, que contaron con el apoyo del Grupo de Medio Ambiente de la Unidad Adscrita de la Comunidad de Valencia, con la finalidad de realizar una inspección del cumplimiento por parte del centro de reciclaje de la normativa referente a residuos y medio ambiente; la Inspección de Trabajo, para comprobar la situación laboral de los trabajadores de la empresa; la Agencia Tributaria, al objeto de estudiar la actividad económica y la fiscalidad de la empresa; y la Dirección de Protección y Seguridad de ADIF.
En el registro del establecimiento de reciclaje, los agentes se incautaron de piezas provenientes de instalaciones ferroviarias reconocidas por ADIF como propias de sus instalaciones. También se intervino toda la maquinaria de la empresa con el objeto de cubrir la responsabilidad civil que pudiera derivar de los delitos imputados.
Segundo grupo desmantelado
Respecto al grupo asentado en Madrid, los agentes identificaron a varias personas, todas de origen rumano, a los que se pudo relacionar con robos de cobre en naves industriales, fincas e instalaciones de riego y suministro de agua. A lo largo de la investigación se comprobó que este grupo vendía el cable robado en chatarrerías y centros de reciclaje de un polígono de Leganés (Madrid) y en Yuncos (Toledo), sin poder determinarse hasta el momento la connivencia de los responsables de los establecimientos con los investigados. Finalmente se desarrolló un operativo en el que se procedió al arresto de siete personas, seis en Madrid y una en Yuncos (Toledo).
Cuantiosos daños en instalaciones de riego
Entre los robos perpetrados por esta banda destacan los graves perjuicios ocasionados en instalaciones de riego y suministro de agua, como los ocurridos en instalaciones de la Confederación Hidrográfica del Tajo, en la localidad de Olías del Rey (Toledo), el pasado mes de agosto, con una valoración económica de daños que asciende a 310.000 euros, y el ocurrido el pasado mes de octubre en instalaciones de captación de agua de Villarejo de Salvanés (Madrid), pertenecientes a la Comunidad de Regantes del Canal de Estremera, con una valoración del cable sustraído de 75.000 euros. Respecto a este último hecho, en caso de producirse en otra época del año, hubiera supuesto la imposibilidad de riego con la consiguiente pérdida de cultivos.