El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado, con el apoyo de Barcelona en Común, ERC, el PSC y la CUP, unas ordenanzas fiscales nuevas para el 2016, que modifican las ordenanzas vigentes desde el 2012 y que se aplicarán a partir del 1 de enero.
Entre las diferentes medidas presentadas, en las ordenanzas fiscales destaca la congelación del impuesto de bienes inmuebles (IBI) al 98% de los barceloneses con inmuebles de un valor catastral inferior a los 300.000 euros. El 2% restante verá un incremento de la tasa que no superará el 6%. El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, ha declarado: “Creemos que presentamos unas ordenanzas que provienen del diálogo y el consenso y que tienen los objetivos de preservar a las clases medias, proteger las familias golpeadas por la crisis y pedir a los grandes patrimonios de la ciudad, que representan una pequeña minoría, que contribuyan al gasto que tiene este ayuntamiento.”
La propuesta ha recibido las alegaciones de otras fuerzas políticas. Así pues, el Gobierno municipal ha tenido el apoyo de ERC, el PSC y la CUP. Alfred Bosch, de ERC, ha declarado: “Lo que hay que preguntarse es para qué sirven los impuestos y, por tanto, si los aumentamos tenemos que ver si esto ayuda a mejorar la ciudad y la calidad de vida de los ciudadanos.” Desde el PSC, Montse Ballarín ha destacado la importancia de actualizar las ordenanzas fiscales antiguas y crear “unas medidas con las que todo el mundo contribuya a la carga económica de la ciudad”. Según María José Lecha, de la CUP: “Algunas de las medidas que hoy presentamos pueden iniciar un camino de cambio, pero esperamos que en el futuro podamos ir mucho más allá.”
Ni CIU, ni Ciudadanos, ni el PP están de acuerdo con estas ordenanzas fiscales y así lo han dejado claro durante el Plenario, el último del año. Para Sònia Recasens, de CIU: “Alguien que tenga un piso de renta antigua en L’Eixample podrá verse perjudicado, mientras que alguien que tenga 3 pisos pequeños en Gràcia, y los alquile como apartamentos turísticos, se verá beneficiado.”Y Carina Mejías, de Ciudadanos, también ha defendido esta misma argumentación. Por su parte, el popular Alberto Fernández ha declarado que estas son unas ordenanzas heredadas del mandato anterior y “Barcelona seguirá siendo la ciudad más cara de España con los impuestos y tasas más elevados de todo el país”.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha aprovechado su intervención para cerrar el debate de la proposición para agradecer a los grupos que han votado a favor de las nuevas ordenanzas que hayan “hecho posible evitar la subida generalizada del IBI”, de entre un 4% y un 6%, que se habría producido si hubieran continuado vigentes las ordenanzas fiscales del 2012.
