Agentes de la Policía Nacional han liberado en menos de 24 horas a un hombre que había sido secuestrado para forzar el pago una deuda que había contraído con sus secuestradores. La víctima fue abordada en su lugar de residencia, Zaragoza, e introducida a la fuerza y bajo amenazas en un vehículo, en el que fue trasladada hasta un piso ubicado en la localidad malagueña de Fuengirola, donde permaneció hasta el momento de su liberación.
El pasado día 30 de diciembre del año 2015, sobre las 18:00 horas, dos hombres naturales de Marruecos denunciaron en la Comisaría de Delicias de Zaragoza el secuestro de su hermano por parte de dos individuos. Desde ese instante se realizaron una serie de comprobaciones que confirmaron la veracidad de los hechos y se iniciaron con carácter urgente los protocolos establecidos para estos casos.
A partir de las declaraciones de los hermanos del secuestrado y gracias a las indagaciones llevadas a cabo por los agentes, se pudo averiguar que la víctima había sido trasladada por carretera hasta un barrio de la localidad de Fuengirola en la provincia de Málaga. Pasadas unas horas, una serie de actuaciones perfectamente coordinadas entre las unidades policiales que se hicieron cargo de las pesquisas, propiciaron la localización y detención de los dos presuntos responsables del secuestro. Del mismo modo se materializó la liberación del secuestrado, que fue hallado por los agentes en perfecto estado de salud, antes de que transcurriera un día desde su rapto.
Los arrestados son dos hombres de nacionalidad marroquí, de 28 y 36 años, se habían desplazado desde la localidad malagueña de Fuengirola hasta Zaragoza, con la intención de «arreglar» un asunto relacionado con el cobro de una deuda. Una vez en la capital aragonesa, la situación derivó en la privación de libertad en contra de su voluntad de la persona a la que reclamaban el dinero, que fue introducida a la fuerza y bajo amenazas en un vehículo, siendo trasladado de inmediato a la localidad de Fuengirola. En esa localidad lo llevaron a un piso y, bajo amenazas graves contra su vida, le obligaron a permanecer allí hasta que se hiciera efectivo el pago de la deuda contraída.