Desmantelado un laboratorio de marihuana en Villanueva de Perales

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La Guardia Civil ha detenido a tres personas de origen albanés de 20, 21, y 36 años por su presunta implicación en un delito contra la salud pública. Se han incautado en una vivienda situada en la localidad madrileña de Villanueva de Perales numerosas lámparas de sodio para dar luz y calor, gran cantidad de diferentes fertilizantes y 1038 plantas que se encontraban en distintas fases de crecimiento, arrojando un peso total de 85,06 kilogramos, que alcanzaría en el mercado los 89.000 euros.

La investigación tuvo su inicio tras tener conocimiento agentes de la Guardia Civil de Villamanta (Madrid) que de un domicilio de Villanueva de Perales provenía un ruido molesto, así como un fuerte olor de lo que pudiera ser marihuana.

Tras acudir los agentes en numerosas ocasiones a la vivienda para entrevistarse con el morador de la misma y no tener respuesta alguna, se inició la oportuna investigación con vigilancias discretas sobre la zona, observando que apenas existían movimientos de personas.

La persona que residía habitualmente en ese inmueble tan solo abría la puerta a un varón de origen albanés que asiduamente acudía a la vivienda en un vehículo, que resultó ser el cabecilla de la organización.

Los agentes comprobaron que cada vez que esta persona entraba o salía de la casa mostraba una actitud vigilante e inquieta, siendo habitual verle salir con bolsas e introducirlas en contenedores alejados o en su coche.

La persona que se encontraba permanentemente en el interior del domicilio llevaba a cabo una labor de vigilancia y cultivo de la plantación.

Por estos motivos, y con la oportuna autorización judicial, se procedió a la entrada y registro del inmueble, desmantelándose un laboratorio para el cultivo, elaboración y distribución de marihuana.

Vivienda preparada para el cultivo indoor

La vivienda la habían dividido en dos zonas, una la utilizaban para el cultivo y crecimiento de las plantas y la otra para el secado de la marihuana. Para ello no dudaron en realizar numerosas modificaciones en la vivienda como tabiques de pladur, una potente instalación eléctrica capaz de sostener aparatos climatizadores y bombillas de gran consumo, para favorecer así el crecimiento de las plantas en los distintos habitáculos. Además instalaron numerosos aparatos de aire acondicionado, humidificadores, ventiladores en el suelo, en techos y en paredes, e incluso tenían instalado un filtro de carbono en una ventana, para tratar de evitar olores.

A los tres detenidos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública (cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes) y defraudación de fluido eléctrico, puesto que tenían manipulado el contador de suministro de electricidad