La parroquia de Sant Joan d’Horta tiene un comedor social fundado por 4 voluntarios hace 5 años. Desde allí ayudan a unas 200 personas cada día ofreciéndoles alimentos y ropa de manera gratuita.
A las 8 de la mañana abre sus puertas el comedor social El Caliu, en el distrito de Horta-Guinardó. Cerca de 120 voluntarios trabajan para que los usuarios de este servicio tengan gran parte de sus necesidades cubiertas. Por eso han ganado el Premio Horta-Guinardó, que otorgan los distritos a las iniciativas que ayudan a mejorar los barrios.
Por la mañana, de lunes a domingo, El Caliu ofrece desayuno. Pastas, pan tostado y café con leche. Después del desayuno, la mayoría de los usuarios se llevan un bocadillo para el mediodía, pero otros optan por volver al comedor a la hora de comer, ya que El Caliu ofrece 50 cubiertos, de lunes a viernes.
Los alimentos llegan al comedor gracias a entidades privadas y públicas, pero sobre todo gracias a la solidaridad de los vecinos. “Nos traen el pan de varios hornos del barrio y algunas familias se acercan a dejarnos lo que pueden”, explica Sònia Núñez, una de las coordinadoras y fundadoras de El Caliu. Además, añade Núñez, “aquí están acompañados y se sienten queridos, ya que normalmente están solos”.
El Caliu recibe a usuarios de todas las edades y de perfiles muy diferentes, peroel 80% duerme en la calle. Hay otras personas que utilizan el servicio porque tienen que elegir entre pagar un techo o comer. Y la mayoría prefiere destinar sus ingresos a alquilar una habitación.
