La caza furtiva en África se ha cobrado la vida de un total de 1.305 rinocerontes en 2015, frente a los 1.299 que fueron víctimas de esta práctica ilegal en 2014, lo que supone el «peor registro en la historia» del continente, según ha informado la organización internacional TRAFFIC.
Este récord de ejemplares tiene como motivo el «incremento significativo» de la caza furtiva en Namibia y Zimbabwe, países vecinos de Sudáfrica, donde más se comete esta práctica. En concreto, la caza furtiva de rinocerontes en Zimbabwe aumentó de 12 ejemplares en 2014 a un total de «por lo menos 50», mientras que las muertes de rinocerontes en Namibia «aumentaron severamente» de 24 en 2014 a 80 en 2015.
«El epicentro de la caza furtiva se ha expandido a los vecinos Namibia y Zimbabwe, pero está muy lejos de extinguirse en Sudáfrica: a pesar de que se han hecho algunos esfuerzos importantes, seguimos muy lejos del camino de ver la luz al final de este túnel tan oscuro».
En cambio, el número de rinocerontes que han perdido la vida por la caza furtiva en Sudáfrica durante 2015 ha experimentado un «ligero descenso», al registrarse una cifra de 1.175 ejemplares, frente a los 1.215 animales que fueron asesinados en el país, según datos ofrecidos por las autoridades sudafricanas.
De los cuatro países africanos en los que más se practica la caza furtiva de rinocerontes, según indica la ONG, sólo Kenia parece que registre una «caída significativa» de ejemplares en 2015.
En septiembre de 2016, Sudáfrica acogerá la 17ª Conferencia de Grupos de CITES, donde se discutirá sobre la conservación del rinoceronte.