El AULA APNABI, creada para compartir formación e información relacionadas con los trastornos del espectro autista, reúne en Bilbao a más de 120 personas en su primera jornada.
Más de 120 familiares de personas con autismo han tomado parte en la primera jornada del AULA APNABI, celebrada hoy en Bilbao, en la que se han abordado los escenarios psicológicos, educativos y legales relacionados con estos trastornos durante la adolescencia.
El encuentro ha contribuido a profundizar en el conocimiento sobre las necesidades de las personas con autismo con edades comprendidas entre los 12 y los 22 años, derivadas de los cambios significativos que se producen en este periodo de sus vidas y que afectan a las relaciones sociales, los procesos educativos y sanitarios y a las situaciones legales (discapacidad, dependencia, incapacidad…), entre otros. Asimismo, se han expuesto los servicios e iniciativas que desarrolla APNABI Autismo Bizkaia durante el tránsito a la vida adulta en las áreas social, laboral, de apoyos y de consultas.
La primera jornada del AULA APNABI ha contado con la intervención de Montserrat Clavero, psicóloga y coordinadora del Área Clínica de APNABI Autismo Bizkaia; Isabel Galende, coordinadora de inclusividad y necesidades educativas de Berritzegune Nagusia, del Departamento de Educación del Gobierno vasco; y Rafael Armesto, abogado especializado en Derecho Civil y de familia.
El AULA APNABI es una iniciativa destinada a promover la formación de las familias de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y desde la que se abordan las situaciones que afectan a este colectivo en las distintas etapas de su vida. El proyecto se apoya en el conocimiento de técnicos y expertos en diferentes disciplinas, que intervendrán en calidad de ponentes.
APNABI Autismo Bizkaia nació hace más de 35 años por iniciativa de un grupo de padres y madres que, haciendo frente al desconcierto, comprendieron que debían unirse para construir juntos un futuro mejor para sus hijos e hijas. Hoy son cerca de 1.000 familias y más de 200 profesionales que, con el mismo espíritu de entonces y con la colaboración institucional y de otros agentes, mantienen recursos en atención temprana, educación, atención diurna, viviendas, ocio y apoyo al empleo con el objetivo de garantizar una respuesta adecuada a las necesidades de las personas con autismo durante todas las etapas de sus vidas.