Los veranos del 2014 y el 2015 abrieron todos los domingos solo cerca del 16% de los comercios y 6 de cada 10 comerciantes declaran que están poco o nada de acuerdo con la apertura.
La propuesta surge del análisis de datos e informes de estos últimos meses y del trabajo conjunto con las organizaciones del sector, y busca el máximo consenso para garantizar la estabilidad del calendario comercial de la ciudad. Estos informes muestran que la apertura de comercios los domingos de verano tiene un seguimiento bajo, excepto en barrios donde la dinámica de paso de personas es más alta y está más vinculada a la actividad turística, como el Gòtic y la Barceloneta.
De esta manera, el Gobierno municipal presenta este martes, en la jornada sobre la apertura de festivos en verano, la propuesta de reducir un 60% los domingos de apertura comercial en verano, y pasar así de los 10 días de apertura de los veranos del 2014 y el 2015 a 4 domingos de comercios abiertos para el 2016, concentrados en los meses de mayo y octubre.
Bajo seguimiento de los domingos de apertura
El análisis de los resultados muestra que solo cerca de un 16% de los comercios abrieron los 10 domingos (1,5 comercios de cada 10 abrieron), concentrados sobre todo en los barrios de la Barceloneta y el Gòtic, y mayoritariamente tiendas del sector cotidiano alimentario. En la encuesta realizada a los comerciantes, estos declaran que 2 de cada 3 comercios no abrieron ninguno de los festivos que se ofrecían, y que 1 de cada 3 abrió la mayoría de los domingos o todos.
Público flexible
Respecto a los compradores, los informes muestran que el 80% de los peatones entrevistados habrían comprado otro día si no hubieran encontrado abierto, y que el 60% cree que sería poco o nada difícil hacerlo cualquier otro día. Solo un 5,8% de los encuestados lo ven muy difícil, y un 14%, bastante difícil.
Proceso consultivo
El Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha el pasado 8 de octubre un proceso consultivo sobre la apertura comercial durante los domingos y festivos de verano en la zona declarada turística de la ciudad que actualmente incluye barrios de Ciutat Vella, L’Eixample, Sants-Montjuïc, Gràcia y Sant Martí.
El objetivo de todo este proceso en marcha ha sido buscar el máximo consenso y recoger de manera pública y transparente la diversidad de opiniones en torno a este tema, ampliando el debate a otros colectivos más allá del propio sector comercial.
