Las escalofriantes cifras las ha publicado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), alertando que al menos 200 millones las niñas y mujeres que han sufrido la ablación en 30 países, a cifra que según estiman, podría incrementarse de forma significativa en 15 años si continúa la tendencia actual.
La cifra supone un incremento de casi 70 millones respecto a las estimaciones facilitadas en 2014, en parte debido al crecimiento de la población y en parte debido a la recopilación de información sobre esta práctica realizada por Indonesia.
La agencia ha señalado que la mitad de las niñas y mujeres que han sufrido la ablación residen en tres países: Egipto, Etiopía e Indonesia, recordando que se trata de una violación de los derechos del niño.
«La mutilación genital femenina varía según las regiones y culturas, con algunas de ellas implicando amenazas sanitarias que amenazan la vida», ha dicho la subdirectora ejecutiva de UNICEF, Geeta Rao Gupta. «Debemos acelerar los esfuerzos, tanto los gobiernos, los profesionales sanitarios, los líderes comunitarios, los padres y las familias, para eliminar la práctica».
44 millones de niñas de catorce años o menos han sido sometidas a esta práctica, siendo Gambia el país en el que la ablación está más extendida entre niñas de esta edad, con el 56 por ciento. Por detrás están Mauritania, con el 54 por ciento, e Indonesia, donde alrededor de la mitad de las niñas de once años o menos han sufrido ablación.
Los países en los que hay un mayor de porcentaje de niñas y mujeres de entre 15 y 49 años que han sufrido la ablación son Somalia, con un 98 por ciento; Guinea, con un 97 por ciento; y Yibuti, con un 93 por ciento.
En la mayoría de los países, la práctica totalidad de las niñas habían sufrido esta práctica antes de su quinto cumpleaños.
UNICEF ha reconocido que los porcentajes de niñas y adolescentes de entre 15 y 19 años de edad que han sufrido la ablación ha disminuido, con casos considerables como el de Liberia, donde ha caído en un 41 por ciento en los últimos 30 años; en Burkina Faso, con un 31 por ciento; Kenia, con un 30 por ciento; y Egipto, con un 27 por ciento.
Desde 2008 un total de 15.000 comunidades de 20 países han declarado públicamente el abandono de la ablación, incluidas 2.000 comunidades que hicieron el anuncio durante 2015. Además, cinco países han aprobado legislación para criminalizar esta práctica.