La mesa de partidos de Unidad Popular, la coalición electoral liderada por Alberto Garzón de Izquierda Unida, ha solicitado este domingo la puesta en libertad de los dos titiriteros de la compañía granadina Títeres desde Abajo detenidos el pasado viernes en Madrid por un delito de enaltecimiento del terrorismo, y que permanecen en prisión por orden del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
A través de un n comunicado, los partidos de Unidad Popular han señalado que «la decisión del juez no se sustenta en ninguna de las causas legales previstas para adoptar una medida como la prisión provisional porque ni existe riesgo de fuga, ni de destrucción de pruebas ni, mucho menos, de reiteración delictiva porque no se ha cometido delito alguno».
La coalición liderada por Izquierda Unida ha defendido también que «expresar una crítica social o política jamás puede ser considerado como un delito de enaltecimiento del terrorismo y sí una forma de ejercitar la libertad de expresión, sea con mayor o menor acierto», y ha considerado «sorprendente» que se atribuya a los titiriteros el enaltecimiento a «dos organizaciones terroristas distintas, de ideología distinta y con finalidades distintas».
Unidad Popular ha criticado la «utilización represiva del Derecho Penal» contra los miembros de Títeres desde Abajo, responsables de la obra representada en Madrid el pasado viernes donde una marioneta portaba un cartel con el lema ‘Gora Alka-ETA’, y ha calificado su detención como impropia «de un Estado Democrático y de Derecho» por lo que reclaman la liberación de los detenidos.
Detención
La Policía Municipal detenía este viernes a dos miembros de una compañía de títeres contratada por el Ayuntamiento de Madrid para las fiestas de Carnaval. En el transcurso de la representación de una obra infantil, han exhibido un cartel en el que se podía leer ‘Gora Alka-ETA’.
Previamente, ante un auditorio de unos 30 niños de entre uno y seis años, los miembros de la compañía Títeres desde Abajo habían mostrado cómo una bruja era violada, después ella misma asesinaba a su violador, para posteriormente intentar abortar clavándose un cuchillo. Finalmente nacía una criatura chillona para espanto de su propia madre y un juez era ahorcado.
En su declaración, los dos acusados han señalado que el espectáculo contaba con el visto bueno y la autorización pertinente del Área de Cultura del Consistorio de la capital.
