Una comitiva de gigantones, dulzainas, timbaleros y paloteos, acompañada de los disparos y la pólvora de los trabucos, han recorrido las calles del barrio de Gràcia hasta la plaza de la Vila. Todos ellos han actuado ante el edificio principal del distrito, donde, unos momentos después, se ha leído el pregón de las fiestas de Sant Medir.
Aunque las fiestas no se celebran hasta el jueves 3 de marzo, en Gràcia ya se les da la bienvenida. Las colles del barrio se han reunido, como es tradición, en la plaza de Trilla, donde se encuentra el monumento dedicado a las colles de Sant Medir. Allí se ha realizado la ofrenda floral que cada año da paso al pasacalle popular que recorre las calles de Gràcia.
Rodeado de música y fiesta, el desfile ha llegado a la plaza de la Vila, donde los niños lo esperaban montados a caballo. A continuación se han colgado las lazadas llenas de cintas —una para cada celebración de San Medir—en el edificio principal del barrio y se ha dado la bienvenida oficial a unas de las fiestas más esperadas por los vecinos de Gràcia.