La multitudinaria manifestación en defensa de los toros celebrada este domingo en Valencia es «un recordatorio» a los políticos de que hay una Ley de noviembre de 2013 que establece la obligación del Estado de defender y promover la cultura de la tauromaquia, según el presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Carlos Núñez.
La marcha de este domingo es «una prueba más» de que no se necesitan más demostraciones públicas porque el cómputo de la gente que ama la tauromaquia y la libertad «es claro», ha dicho Nuñez.
Núñez estima que esto parte de un problema social de la concepción de la relación hombre-animal que está desequilibrada ya que parte de un planteamiento erróneo que da lugar a «esta lectura animalista». «Todo en la naturaleza tiene su función».
No hay mayor animalista y conservador del medio ambiente, ha argumentado, que un ganadero de lidia que mantiene la especie gracias a las corridas de todos.
Criar un toro de lidia cuesta unos 5.000 euros. «No sé si los antitaurinos estarían dispuestos a pagar el coste de las 200.000 cabezas de ganado que hay en España», ha planteado, por lo que cree que esta especie «única», sin corridas de toros, sería «inviable».
En cuanto a la propuesta del alcalde de Valencia, Joan Ribó, para suprimir la muerte del toro en las corridas, Núñez cree que los políticos no pueden regular las expresiones artísticas como la tauromaquia, que lleva evolucionando de una forma natural durante 300 años.
Considera que suprimir la muerte del toro en la liturgia taurina es «inadecuado» porque supondría «acabar con la tauromaquia» y cree que ningún político debe manejar una expresión artística.
Finalmente, estima que ningún político puede regular una expresión artística como los toros, del mismo modo que no regularía como escribir un libro o pintar un cuadro. «Solo toreros y públicos harán que la tauromaquia evolucione», ha subrayado.