Siete de las fallecidas eran italianas, dos eran alemanas, una rumana, una francesa, una austríaca y una uzbeca. Tenían entre 19 y 25 años.
Todas ellas eran estudiantes de Erasmus y fallecían ayer en el accidente de autocar de Freginals (Tarragona), que tuvo lugar sobre las 06.00 horas de ayer en el punto kilométrico 333 de la AP-7, causando la muerte de 13 estudiantes extranjeras vinculadas a la Universidad de Barcelona (y heridas de diferente pronóstico a otras 29 personas, 23 de las cuales permanecen ingresadas en varios centros hospitalarios.
La identificación de las fallecidas se llevó a cabo mediante el estudio de piezas dentales, ya que no llevaban documentos de identidad, y con la ayuda de los estudiantes que resultaron ilesos en el accidente o que han sido ya dados de alta de los hospitales.
El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, acompañado de la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha reafirmado que la principal hipótesis de la causa del accidente es «una causa humana indeterminada, pero más humana que técnica».
El conductor ha dado negativo tanto en las pruebas de alcoholemia como en la de drogas, y ni el tacógrafo ni los papeles del vehículo presentaban ninguna anomalía. Lleva 17 años trabajando en Autocares Alejandro y sin ningún siniestro. Ha sido ingresado en la UCI, por una contusión pulmonar que no se le detectó en un primer momento, y después de ser atendido por los servicios sanitarios al sufrir una fuerte crisis nerviosa tras el siniestro.
El autocar accidentado cumplía todas las normas de seguridad, había pasado la ITV cuando le tocaba y era un vehículo de unos tres años de antigüedad de la marca Mercedes. Formaba parte de un total de cinco vehículos contratado por la Asociación European Students Network.
Para este lunes, a las doce del mediodía, se han convocado cinco minutos de silencio por las víctimas en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona, con la presencia, entre otros, del president Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y diferentes miembros del gobierno catalán.
El accidente, con un autobús y un vehículo implicados, es uno de los más graves ocurridos en España desde el año 2000, cuando hubo 28 muertos y 13 heridos graves, la mayoría adolescentes, al chocar un autobús de estudiantes catalanes y un camión que transportaba ganado, en Golmayo (Soria). En 2014 se produjo otro siniestro de autobús con 14 muertos en Cieza (Murcia).
